Aunque cada quien tenga opiniones diferentes sobre Sirey Morán, algo que nadie puede negar es que la recién coronada Nuestra Belleza Latina es una mujer que siente mucho orgullo de dónde viene, y esta vez la rena de belleza no tuvo reparo alguno en mostrar su origen humilde e incluso mostró en cámaras la casita en la que creció, allá en su Honduras natal.
La ganadora de la temporada número 12 de Nuestra Belleza Latina compartió un video de su viaje hasta el Progreso, Yoro, la ciudad en la que nació y donde se crió, y en diálogo con la reportera Maity Interiano, reveló detalles de su pasado y abrió las puertas de la casa en el modesto vecindario donde siempre vivió.
“Bienvenidos al Progreso, Yoro… estamos en la casa de mi mamá. Aunque también es mía. Aquí nací y crecí. No tengo recuerdos de otro lugar donde haya vivido. Este es mi orgullo, porque aquí mi mamá, una madre que se divorció aqui, mi mamá nos crió a los 4 (hijos) sola”, comenzó diciendo Sirey, en su entrevista con Despierta América, llena de emoción y dando crédito a su madre por lo que ella y su famila son hoy.
“Ella estudió y trabajó, se graduó de abogada mientras íbamos a la primaria y mis hermanos mayores a la secundara. (Esta casa) es el esfuerzo de una señora luchadora. Nunca nos faltó nada, nunca tuve una vida de lujos, pero no tuve carencias”, agregó la reina.
Sirey mencionó que aunque su vecindario hoy luce calles pavimentadas, en el pasado no fue así.
“Fueron calles de tierra. Lo que ves, es el esfuerzo para tener calle de cemento”, dijo la estrella de Univisión en medio de lágrimas. “Lloro de la emoción, porque me siento orgullosa de Honduras, de mi ciudad, de mi barrio, y de que la gente vea de dónde viene Sirey”, afirmó la actual Nuestra Belleza Latina.
Un detalle que conmovió a algunos fans de la reina fue que mostró su sencilla habitación, en la que apenas había una camta sencilla, sin nada de lujos, acompañada de sus coronas y fotos de su paso por los certámenes de belleza.
“Antes dormíamos las tres aquí, con mis dos hermanas. Es chiquito, pero para nostras era súper grande. Las tres estábamos acá”, recordó Sirey sobre la humilde habitación.