No sería una exageración llamar la próxima pelea de Conor McGregor contra José Aldo uno de los encuentros más anticipados en la historia de UFC.
Cuando fueron originalmente programados para luchar por el título de peso pluma en julio, ya tenía los ingredientes de algo grande. Ahora, después de que Aldo tuvo que retirarse de la pelea debido a una herida a las costillas y McGregor pasó a noquear a Chad Mendes para el cinturón– algo muchos creían que él no podía hacer– es razonable decir que la anticipación de los fans es aún más por su lucha el 12 de diciembre en el UFC 194 en Las Vegas.
El ascenso de McGregor en los últimos dos años ha sido a la vez meteórica y entretenido. Se ha ido de 6-0 desde su debut en UFC en abril de 2013, ganando todos menos una de esas peleas por nocaut técnico. Pero no sólo trascendió a la competencia dentro del octágono, se ha establecido como uno de los mejores y más competentes habladores de basura fuera del ring.
Solamente su presencia crea una atracción masiva, y convincente, para la UFC, pero ahora entra uno de los campeones más dominantes del deporte.
Aldo es el único campeón de peso pluma de UFC hasta ahora. Originalmente fue el campeón de WEC, y desde que fue promovido al campeón de UFC con la fusión en 2010, ha defendido su título siete veces consecutivas, lo que lo tiene entre tres del récord de Anderson Silva. Está clasificado como el N º 1 libra por libra de combate por UFC.com.
Es posible que UFC 194 no pueda establecer récords en términos de PPV compras o de la puerta, pero teniendo en cuenta lo que está en la línea, y la poca resistencia que estos dos se han enfrentado hasta ahora, el evento principal fácilmente podría quedar como un clásico instantáneo.