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El mundo del boxeo está en estado de shock luego de las declaraciones de Óscar de la Hoya. Once años después de su último combate, el mexicano anunció que iniciará los entrenamientos con el propósito de subirse al cuadrilátero otra vez. Tiene 47 años. Quiere volver a pelear.
El excampeón de los pesos pesados Mike Tyson lo sedujo con una buena suma de dinero para que regresara al boxeo profesional. El estadounidense dirige una empresa que se dedica a organizar eventos con leyendas del deporte. A sus 54 años peleará con Roy Jones Jr., lo que será su regreso al ring luego de quince largos años. La idea de Iron Mike era que Óscar participe de uno de los combates preliminares. Pero De La Hoya se negó a participar de ese show. Necesita otro tipo de adrenalina. Nada de exhibiciones.
“Abocado a su rol de promotor, es una pelea real, ya que extraño estar en el ring, me encanta el boxeo. Me lo dio todo y lo extraño”, explicó el campeón de oro de los juegos olímpicos Barcelona 1992 que se entrena desde hace meses.
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“Todos estos peleadores no son del nivel de hace 15 o 20 años. Todos exigen tanto dinero, la luna. Y se están olvidando de que debes entrenar duro. Así que eso es una gran ventaja porque sé lo que se necesita para entrenar duro e inteligente”, consideró.
De acuerdo a la cadena ESPN, aún no se sabe quién será el rival del mexicano. “Cualquiera importante y superior”, se anima él. La última pelea de Óscar fue en diciembre de 2008. Esa noche perdió contra el filipino Manny Pacquiao, quien lo venció por nocaut en el octavo asalto. Meses después, a los 36 años, anunciaba su retiro.
“Mi ‘jab’ se siente más rápido que nunca. Tengo que asegurarme de que mi acondicionamiento sea perfecto, que mi salud esté bien. Y eso ocurrirá en las próximas semanas. Así que ya veremos”, dijo Óscar.
Durante su carrera conquistó títulos en seis categorías diferentes, fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo en 2014 y tiene una estatua a las afueras del Staples Center.
Hace 24 años, De la Hoya consumaba una de los triunfos más resonantes de la historia moderno del boxeo mexicano. En Las Vegas vencía a Julio César Chávez, que por entonces tenía 33 años. La pelea duró apenas cuatro asaltos. El joven Óscar, que contaba 23, no le dio respiro a quien hasta entonces era uno de sus ídolos deportivos.
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