De acuerdo al diario Clarín, “con la introducción del calendario solar, el número doce se convierte en sagrado, mientras que el 13 es maldito, al igual que suele ocurrir con todos los valores religiosos de las culturas ancestrales puesto que la forma más eficaz de desprestigiar esos valores consiste en equipararlos a la desgracia. Desde entonces la Luna, la noche y el número 13 conforman un grupo marginado de símbolos excluidos -y a menudo inconcientes- mientras que la tríada masculina está formada por el Sol, el día y el número 12”. (Foto Twitter)