Cada vez está más difícil la competencia culinaria de MasterChef Latino, presentado por Aracely Arámbula. Este domingo 1 de abril se enfrentan los cinco finalistas que aspiran llevarse el premio mayor de $100 mil dólares. Abajo te presentamos quienes son los finalistas de MasterChef Latino.
Cada uno de ellos tendrá que sorprender con su talento gastronómico a los jueces compuestos por los chefs Benito Molina, Claudia Sandoval y Ennio Carota para poder llegar a la final que está a la vuelta de la esquina.
El ganador se convertiría en el primer MasterChef Latino de la nación.
Cabe mencionar que los participantes son esas personas con los que todos nos podemos identificar que pueden ser parte de nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, a los que les apasiona la cocina, pero nunca han trabajado como chef. Todos son personas comunes y corrientes, de todas las edades, nacionalidades y profesiones diversas como jardinero, taxista, maestro, enfermera, ama de casa con una pasión en común por la cocina y el gran sueño de convertirse en un chef profesional.
1. Caddy
Es esposa, madre y chef amateur. Tiene 43 años y es una competidora fuerte que está 100% decidida a llevarse a su casa el título de ‘MasterChef Latino’. Nacida y criada en República Dominicana, Caddy aprendió a cocinar desde los 6 años, cuando su madre le regaló un mini horno y un caldero. Más tarde se graduó de Arquitectura, profesión que no llegó a ejercer, y probó la actuación. Actualmente reside en Manhattan, y está enfocada en cumplir su meta de realizarse como chef. Para ello se especializa en el estilo ‘Latino gourmet saludable’, que ofrece versiones más sanas y nutritivas de platillos tradicionales.
2. Manuel
Este joven guatemalteco de 23 años nació en una aldea maya donde no tenía acceso a la educación. Comenzó a trabajar a los ocho años limpiando, cargando cajas y hasta preparando sándwiches en la calle. Aprendió a cocinar de sus abuelos, quienes usaban los ingredientes naturales que cosechaban del campo. Actualmente vive en Hollywood, Florida, y trabaja como jardinero. Es tímido y sensible, pero a la vez tiene hambre de triunfar, pues su sueño es llegar a ser un chef para poder ayudar a otros niños que, como él, no pueden vivir su niñez porque tienen que trabajar para vivir. “MasterChef Latino”, dice, es la gran oportunidad de su vida.
3. Sindy
De todos los participantes en MasterChef Latino, ella es la única con una doble misión: ganar el concurso… y casarse en el capítulo final del programa. Pero a pesar de su buen humor, el camino no ha sido fácil para la simpática venezolana de 40 años. Debido a problemas emocionales, ella creó una dependencia de la comida que la llevó a pesar casi 200 libras. Estudiar actuación la ayudó a expresar sus emociones y la motivó a comer más sano. Hoy vive en Los Ángeles, California, donde trabaja como actriz de teatro. Su meta es contar su historia de superación a las mujeres latinas que han vivido algo traumático y demostrarles que sí se puede salir adelante.
4. Andrés
Este venezolano de 35 años, residente de Fort Lauderdale, Florida, es un aventurero que no teme arriesgarlo todo por ir tras un sueño. En estos momentos, él y su esposa tienen un negocio de pasear perros, pero siempre le gustó la cocina y dice que ésta se convirtió en su gran pasión cuando descubrió la escena gastronómica de Los Ángeles. De hecho, él es quien cocina en casa. Inteligente, tranquilo y relajado, este modelo que también gusta de la actuación, dice que su sueño es tener su propio programa de cocina. Su especialidad son los platos de pasta, que hace de cero. ¿Su talón de Aquiles? Los postres. Pero tiene hambre de aprender cada vez más y está dispuesto a ganar.
5. Lupita
A simple vista es una típica ama de casa dedicada a sus hijas y a su esposo. Pero no hay que subestimarla, porque esta mexicana de 35 años siente verdadera pasión por la cocina. Y aunque cree que la buena comida no puede apresurarse, viene dispuesta a correr contra el reloj para ganar la competencia. Lupita, que creció en Jalisco, en el seno de una familia tradicional mexicana, aprendió a cocinar de su tátara abuela y su bisabuela, que le legaron sus mejores recetas en una libreta escrita a mano. Ella quiere ser un ejemplo de dedicación para sus dos hijas, que fueron quienes la motivaron a participar. Actualmente vive en Burbank, Illinois, y su sueño es tener un restaurante donde pueda expresar su creatividad.