Han pasado cinco semanas desde que Clarissa Molina cumplió 28 años, y hurgando en sus redes sociales, en medio de las decenas de imágenes sensuales de la guapísima dominicana, hay una fotografía considerada por muchos de sus seguidores como la foto más tierna de la exreina de belleza.
Se trata de una imagen tomada hace 28 años, cuando la conductora del programa de televisión El Gordo y la Flaca era una recién nacida.
En la tierna fotografía, se aprecia a Clarissa, envuelta en una camisita de bebé gris con unos mitones amarillos, mientras su madre la sostiene en brazos y la mira con mucho amor.
Pero más allá de los comentarios tiernos que desató la imagen de Clarisa como bebita, fueron varios los seguidores que aseguraron que la animadora de televisión heredó la belleza de su madre, con quien luce muy parecida.
A pesar de que Clarisa confesó que tras la separación de sus padres, cuando ella era apenas una niña de 12 años, mantuvo una relación alejada con su mamá, la ex Nuestra Belleza Latina ahora es muy cercana a su progenitora y le agradece por haberla educado como la educó en los años iniciales de vida cuando permanecieron juntas.
“Te amo con todo mi corazón, gracias por darme la vida y hacerme la mujer que soy hoy! GRACIAS por todos los valores y principios que me inculcaste de pequeña mamá”, comentó recientemente la dominicana en su Instagram para honrar a su madre.
Y aunque Clarisa hoy es una mujer que suele estar muy glamurosa y producida, ella también ha confesado que hasta hace apenas unos años esa no era su historia y casi ni se arreglaba.
“Yo no me arreglaba, no me gustaba peinarme, era súper flaca. No me gustaba arreglarme, me decían jirafa. Yo quería ser bajita igual que mis amigas”, comentó la animadora hace un tiempo en una entrevista con Raúl de Molina, donde confesó que medio de su pobreza y las adversidades que llevaba, siempre quiso ser famosa y ser reina.
“Yo vi a Amelia Vega y dije que un día pudiera estar en ese escenario de Miss Universo. Si yo pudiera ser Miss Universo o estar en televisión y ser esa presentadora, pero lo veía imposible”, comentó Clarissa, quien a los 16 años, ya viviendo en Nueva York, comenzó a trabajar en un restaurante de comida rápida y luego tuvo un trabajo como vigilante de seguridad con arma incluida.
Clarissa representó a República Dominicana en Miss Universo 2015, donde ocupó un lugar entre las 10 semifinalistas, y recibió elogios por su cara de muñeca.