Fernanda Castillo, la famosa actriz que se ganó el corazón del público gracias al talento demostrado en la serie de televisión “El señor de los cielos”, sigue dejando ver que es una mujer versátil, comprometida y ante todo dueña de una disciplina de admirar.
Y es que luego de haber subido casi 30 libras el año pasado para hacer el personaje de Tami en la película Dulce Familia, la guapa mexicana y de haber pasado por un larguísimo proceso de transformación para volver a su talla, la actriz finalmente lo logró.
Fernanda colgó una fotografía en sus redes, donde mostró que ya recuperó su figura original y que está más tonificada que nunca.
La preciosa actriz compartió en su Instagram una foto en la que luce ataviada en un bikini azul, con la que presumió de sus abs, y su esbelta anatomía.
“Espejito, espejito…”, fue la frase que escribió la actriz que le diera vida a Mónica Robles” en la serie de Telemundo.
Asimismo puso varias fotos con su nuevo look de cabello cortito y rubio, que le dio un toque muy fresco.
Los comentarios no se hicieron esperar y de inmediato Fernanda se robó el show y recibió cientos de elogios y frases picantes.
Pero llegar hasta allí no fue nada fácil. Hace apenas unos meses, y en pleno proceso para tratar de recuperar su figura, la bella actriz concedió una entrevista al periódico neoyorquino El Diario, donde reveló que haber ganado peso para el personaje de Tami fue toda una metamorfosis física y mental.
“Además del reto como actriz, fue una modificación mental y funcional que surgió a la hora de trastocar mi cuerpo. Emocionalmente me dejó con mucho aprendizaje, compañerismo con mi cuerpo y pensar que no puede ser un enemigo con el que tengo una batalla todo el tiempo, sino un aliado que me mantiene saludable”, dijo la estrella de las telenovelas.
Con mucha honestidad, Fernanda agregó que al sentir que no estaba perdiendo tanto peso como quería, una vez terminada la película, pasó por momentos de depresión, que le dieron una importante lección de vida.
“Fue un proceso muy largo, pero entendí el mensaje en carne propia. Descubrí lo que pasan las chamacas al ponerse a dieta para complacer a los demás, aunque yo no lo hice por complacer sino para trabajar”, dijo, confesando que su cuerpo siempre le generó inquietudes.
“Desde muy joven empecé una batalla contra mi cuerpo porque no era ‘lo que debía de ser’. Mientras más me angustiaba por llenar las expectativas de los demás, de cómo ‘debía’ verme, mi cuerpo más se resistía. Con los años fui aprendiendo a negociar con ‘mi cuerpo’, a veces a las malas (con dietas demasiado estrictas y riguroso ejercicio) a veces a las buenas (relajándome, cuidándome y confiando). Después de mucho creía haber hecho las paces con él. Cuando llegó Tami y la oportunidad de interpretarla, la vida se me movió. Regresar a una lucha con mi cuerpo me daba miedo y empecé a sentirme profundamente insegura. ¿Cómo iba a entender a un personaje que se aceptaba y quería, si yo nunca había hecho eso? Si no sabía cómo hacerlo”, concluyó la actriz.