Los Récord Guinness designaron a un nuevo perro como el más viejo del mundo. Se trata de un mastín del Alentejo que se llama “Bobi” y nació en 1992. En el 2023 cumple 31 años de edad.
Los Guinness World Records establecieron el jueves 2 de febrero que “Bobi” es el perro vivo más viejo del mundo. Este animal que vive en Portugal tiene 30 años y 267 días de vida, algo nunca visto en un can.
Bobi pertenece a la raza Rafeiro do Alentejo, perros que son ideales para los trabajos con ganado en los contornos ruralres. Ya superó ampliamente la expectativa de vida de los perros de su raza.
Tal como informaron los propios Record Guinness, los mastines del Alentejo tienen una expectativa de vida de trece años, algo que Bobi ya superó hace más de una década.
Para establecer el nuevo récord, los Guinnes contaron con la ayuda del SIAC, un instituto portugués que registra en su base de datos el nacimiento de las mascotas. Dicho instituto corroboró que era cierto lo que indicaban los dueños el perro.
La vida de Bobi
Bobi, el perro más viejo del mundo, lleva una vida tranquila en el pueblo rural de Conqueiros, en Portugal. Es la mascota de la familia Costa. Su historia reviste un detalle muy especial: cuando era un recién nacido, Bobi estuvo a punto de morir dado que sus primeros dueños no tenían recursos para alimentarlo.
Leonel Costa, quien se hizo cargo del animal en 1992, explicó que “por desgracia, en aquella época era considerado normal por las personas mayores que no podían tener más animales en casa […] enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran”.
Fue así como todos los hermanos de Bobi fueron sacrificados por el padre de Leonel Costa. Este, quien entonces era un niño, fue quien descubrió que uno de los perritos había sobrevivido. Mejor dicho, que sus padres se habían olvidado de sacrificarlo. Así fue como se encontró con Bobi. Jamás sospechó que ese cachorro de mastín se terminaría convirtiendo en un perro con récord mundial.
El secreto de la longevidad de Bobi
La familia Costa no duda al ser consultado por las causas que llevaron a Bobi a vivir tantos años. El perro, dicen, fue criado en un entorno seguro y tranquilo, muy lejos de los ruidos de las grandes ciudades.
Bobi, quien nunca llevó correa y siempre se ha movido con total libertad, no tuvo una dieta especial a lo largo de su vida. Al contratio, los Costa lo alimentaron con “comida humana”.
Pero el mastín no atraviesa un buen momento de salud. Tiene problemas para caminar, se choca objetos cuando intenta desplazarse de un lado a otro.
Bobi superó a Spike, un chihuaha mixto residente en Ohio, Estados Unidos, que hasta este jueves era el perro más longevo del mundo según los Record Guinness.
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