Los atletas en Exatlón Estados Unidos, Famosos y Contendientes, se acostumbraron a batallar por beneficios como La Fortaleza, la Cabaña, el Tablero del Dinero, la Muralla del Pega y Gasta, noches de cine, dinero en efectivo, contactos vía telefónica o por videollamada con sus familiares y jornadas de diversión que iban desde un escape de aventura hasta estadía en hoteles cinco estrellas. Pero si hubo una lucha que los marcó y les añadió más presión de la que tenían habitualmente fue una por una visita familiar. El desenlace de esa férrea disputa le sonrío a los azules. ¡Fue inolvidable, emotiva y llena de energía! Una que cayó como una daga en el corazón para los Famosos y en la cual, en la segunda tanda de juegos, Yarishna y Daer se alzaron con el triunfo.
Tommy, Masvidal, “Chelly”, Brenda y compañía lucían confundidos, anonadados y deprimidos por el revés. La tristeza quedó en evidencia en sus rostros y fue tal que la mismísima Marisela, chica que jamás abandonaba el set sin despedirse, lo hizo esa tarde. Lo consideré normal. La peor parte lo absorbió Jorge Masvidal ya que por esos días su hija cumplía años y necesitaba verla. Generalmente, al término de cada juego, la producción alistaba todo para la ceremonia de clausura pero esa ceremonia contó con un gran ausente: el multicampeón de UFC. “La expresión de Jorge era de pocos amigos porque quería celebrar el cumpleaños de su hija. Estábamos acostumbrados a que sus frustraciones las canalizara en soledad”, recordó “El Señor de las Anillas”. Lo que jamás pensamos fue que dicha frustración la iba a canalizar huyendo del set en un sprint en el cual se perdió en el bosque. Sin él, la ceremonia se llevó a cabo y recuerdo que dije que “Gamebread” estaba algo frustrado por la derrota así que decidió aislarse de todos para recapacitar. Sin más nada que agregar, cerramos la ceremonia mas no fuimos capaces de prever de lo que venía.
UNA ESCAPADA A LAS MONTAÑAS QUE LO HIZO TRAZARSE UNA ESTRATEGIA DE FUGA
Una vez en la Cabaña cada quien canalizó sus sentimientos a su manera. ”Me dediqué a construir cosas. Había hecho un juego de ajedrez, dominó, todo con madera, y mientras trabajaba en una casa del árbol vi a Jorge llegar. Conversamos un rato y me dijo que quería caminar para relajarse y así no pensar tanto en lo sucedido”, cuenta Tommy. Algo le pareció que no andaba bien, o al menos era lo que pensaba, porque notó que el cubano se puso unos pantalones largos, tomó una mochila y empezó a caminar lejos de la cabaña. “En ese momento no le presté atención porque lo conocía bien. Es mi ‘hermanito’ pero sabiendo lo que había pasado no le presté mucha atención”, confesó.
A partir de ahí pasó lo que nadie supuso ni remotamente qué pasaría. “Escuchaba sonidos de una motocicleta arrancar pero con fallas. Sospeché que era Jorge porque no sabía conducir una motora con embrague. Hice caso omiso pero a la vez escuchaba gritos de los guardias. De pronto el silencio se apoderó del ambiente y la calma reinó”. Esa calma, según cuenta Ramos, fue el inicio de su fuga. “La seguridad que resguardaba la cabaña se nos acercó y nos dijo: ‘Jorge se escapó corriendo hacia las montañas. Le perdimos el rastro y no sabemos nada de él’”. De manera oficial: Masvidal huyó de Exatlón Estados Unidos. ¿Cuál era el paradero del Famoso? En ese momento solo Dios y él sabían.
EL PLAN DE HUIDA DE DOMINICANA QUE NO TUVO ÉXITO
Jorge, en la vida real, no es el que ven en las ruedas de prensa previas a cada pelea o el que se adentra en una jaula sin temor alguno. Dista en demasía de aquella bestia que le pidió a Kimbo Slice una oportunidad en un patio trasero, instante donde su carrera dio un giro de 180 grados. Es un tipo sereno, paciente, analítico, nada impulsivo, buen amigo, buen compañero, noble y siempre dispuesto a tenderte la mano cuando más lo necesitas. “Soy una personal normal pero en la jaula soy un animal”, me confesó en una oportunidad. Pero lo que más me llama la atención de eso es su meticulosidad y lo estratega que es.
“Cuando hui de Exatlón tenía un plan. Me conocía la zona de memoria. Caminaba por las montañas pero siempre estaba ubicado. En una de esas caminatas sabía que al final del camino llegaría a la carretera, específicamente a una estación de gasolina. Al llegar pedí ayuda. La gente me conocía porque sabían qué era Exatlón y sabían quién era yo. Conseguí un aventón a una zona popular y me llevaron a una casa donde vivía una señora que de inmediato me abrió las puertas”, recuerda a carcajadas. “Al llegar entré, me ofreció un café y me dijo que me iba a proteger. Sentí alivio pero sabía que tarde o temprano tenía que volver”, relata.
A las afueras el sonido de las motoras eran incesantes al igual que los gritos de los vecinos que, claro está, sabían dónde estaba Jorge y querían protegerlo. “La dueña me comentó que me escondiera debajo de la cama y que no permitiría que nadie entrará sin una orden judicial por tratarse de una propiedad privada”. En efecto. Minutos después sonó la puerta. Era la producción de Acunmedya buscándolo. La señora batalló para que nadie entrará pero uno de los productores, cuya función era la de ser chaperón de los atletas, gritó diciendo “Jorge, sé que estás ahí. Necesito que salgas o perderé mi trabajo”. Estas palabras lo perturbaron y no quería sentirse culpable de que alguien perdiera el sustento de su familia. Acto seguido, hizo acto de presencia en la puerta principal y se entregó. Su plan había fracasado.
¿CUÁL ERA EL PLAN DE JORGE MASVIDAL?
Tras una larga noche un transporte del show llegó a la Cabaña y ahí estaba Jorge. Sus compañeros aplaudieron, lo abrazaron y, con la curiosidad que ameritaba el caso, le pidieron explicaciones. “Necesitaba ver a mi hija, celebrar su cumpleaños. Al perder el juego de hoy me frustré así que mientras caminaba por el bosque tracé mi plan. Me prestaron ropa, algo de dinero y me disponía a ir a Limón para tomar un bote hasta Puerto Rico. Al llegar llamaría a mi manager para explicarle la situación y pedirle que llevara a mi hija a Puerto Rico. Celebraría con ella y luego volvería a las arenas para el domingo de eliminación. Lamentablemente nada salió como esperaba”, relató. Las risas de sus compañeros no se hicieron esperar y ahí empezó el debate. Sin dudas, esta historia fue digna de una aventura, al igual que cientos de remembranzas que se vivieron durante cuatro temporadas en Exatlón Estados Unidos.
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