El cantante Pablo Montero recién comienza a ver las consecuencias que tendrá para su carrera profesional su decisión de asistir al cumpleaños número 59 del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y cantarle una serenata.
Además del rechazo que ha provocado entre la comunidad venezolana, así como entre diversas personalidades de la farándula, el artista, de 47 años, ha perdido varias opciones de trabajo que tenía agendadas con anticipación.
“Ya empezaron las cancelaciones de los contratos y de los eventos por este tema, y como es un tema de política internacional, pues ha habido ciertas consecuencias al respecto. Sobre todo por Estados Unidos, que sabemos considerablemente que toma medidas bastante drásticas al respecto por las órdenes de aprehensión y el tema de extradición que tiene el señor presidente Maduro”, explicó Mariana Gutierrez, asesora legal del cantante, en declaraciones que realizó al programa mexicano ‘De primera mano’.
De acuerdo a la abogada, el cantante no le reveló a su equipo legal que asistiría al cumpleaños del líder izquierdista. “Lo manejó con mucha discrecionalidad, no nos comentó nada al respecto (…) y, pues bueno, vamos a ver cómo se van a manejar”, explicó.
Según el programa Chisme No Like, conducido por Elisa Beristain y Javier Ceriani, Montero habría recibido alrededor de 60 mil dólares por la presentación a Maduro. De acuerdo a Ceriani, es tal la cercanía de Montero con el régimen de Maduro, que aún estaría en Venezuela, hospedándose en la casa de uno de los hermanos de Hugo Chávez.
En las redes sociales se han desatado verdaderos debates sobre la decisión de Montero. El reconocido sicólogo venezolano Alberto Barradas, quien dada la situación político social de su país decidió asentarse en Chile, realizó un profundo análisis sicológico de Montero, tildándolo de sicópata.
“El tema de Pablo Montero y Maduro es más que un tema político. Es un tema psicológico y social. La música es universal, eso es cierto. Pero, cuando tú vas a cantarle el cumpleaños a un tipo denunciado por crímenes de lesa humanidad, que mantiene una tiranía sangrienta, y es culpable del éxodo de más de 6 millones de personas, es definitivamente una atrocidad ligada a la indignidad y a la indiferencia”.
“Pablo Montero es indiferente al sufrimiento y eso lo convierte en un sociópata. Cuando no sientes ninguna culpa, ni remordimiento, ni empatía por el sufrimiento de muchos, de una sociedad, de un grupo humano, eres un sociópata. Eso es un hecho y no tiene discusión. No importa si antes no lo mostrabas, o nunca lo dejaste ver. Tampoco importa si te “has portado bien” antes. Si un día te levantas y vas y le celebras cantando el cumpleaños a un genocida, ud. de la cabeza, del alma y del amor, no está nada bien”.
“Pero también es un tema social. Porque aunque la música es universal, esto no es excusa para ir y cantar a asesinos. Hay un nivel moral que implica aquello que celebras o que no. La excusa no puede ser que “llevas la música mexicana por el mundo”, ya que tú no haces un concierto en una cárcel donde le vas y le celebras el cumpleaños a un tipo que haya violado a un grupo de niños. Tú no vas y le cantas por aquello de la universalidad musical, a un tipo que, por ejemplo, este convicto como asesino serial. ¿Lo ves? No existe tal generalidad en cuanto a la música. Hay ciertos límites, principios y valores, ligados a esto”.
“En consecuencia, todo artista que va y le canta al tirano, le canta a la muerte, a la destrucción, al crimen, a la injusticia. Todo artista que se vende por un puñado de dólares, cantando al criminal, demuestra un lado sociopático importante. Todo artista que celebra cantando el cumpleaños de un asesino, es una desgracia para el arte”, concluyó. ¿Estás de acuerdo con el perfil sicológico de Pablo Montero?