La prisión de Rikers Island en la ciudad de Nueva York, considerada una de las más violentas y peligrosas de todo Estados Unidos, está nuevamente bajo los reflectores de defensores de derechos humanos. La muerte el sábado pasado de un recluso hispano, elevó a 17 el número de internos que han perdido la vida en ese penal bajo custodia de las autoridades carcelarias.
Por ello decenas de manifestantes, concejales municipales, exreclusos, defensores y familiares de varios de los más de 5,000 presos que están privados de la libertad en Rikers, se agolparon en la sede de la Alcaldía de Nueva York para exigir el cierre inmediato de la llamada “Isla del terror”.
Así lo reportó el noticiero de televisión CBS News, donde se aseguró que los manifestantes, entre ellos parientes del preso latino Erick Távira, denunciaron que los guardias y autoridades de la cárcel no pueden garantizar la seguridad de los reclusos.
La madre del preso número 17 en morir dentro de la cárcel este año, Haydeth Távira narró que tras más de año y medio de estar recluido en Rikers, de “manera injusta”, pues explicó que su hijo padecía enfermedades mentales serias que lo llevaron a atacar a un policía, le avisaron que su hijo se había suicidado.
“Lo arrestaron en el hospital… cuando necesitaba la medicina, ¿por qué no le dieron la medicina?”, dijo la mamá del preso latino al citado medio, quien se sumó al pedido de que ese penal se cierre lo más pronto posible y no hasta el 2027, cuando está pautada su clausura.
Líderes políticos de la Gran Manzana, como el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, apuntaron contra las autoridades del Departamento de Correccionales de la Ciudad (DOC) por no cuidar y proteger la vida de los reclusos, quienes no están condenados todavía y cuya mayoría son internos con condiciones mentales que, según dijo, deberían ser tratados en otro tipo de instituciones y no bajo el encierro carcelario
Según CBS, la familia del recluso que murió el sabado, presentó una demanda por homicidio culposo contra el DOC, pues aseguraron que el hispano de 28 años, quien padecía esquizofrenia y trastorno bipolar, no recibió en la cárcel el tratamiento que necesitaba.
En diálogo con el periódico El Diario NY, activista sy políticos se preguntaron cuantos presos más deben morir en Rikers antes de que se tome acciones para protegerlos y cerrar el penal.
“No podemos permitir que este dolor que vive esta familia le pase a más familias. Ya van 17 muertes en lo que va del año sin que el DOC asuma su responsabilidad. Nos han mentido, falsifican historiales y siguen fallando porque siguen exponiendo a más personas a terminar muertos. Quién va a ser el próximo. El alcalde debe poner la cara ya y cerrar Rikers”, dijo Victoria Phillips, de la organización Jails Actions Coalition.
La concejal Alexa Aviles, según el periódico neoyorquino dijo: “Deberíamos sentir vergüenza por estas 17 muertes tan solo en el 2022. Perdimos vidas invaluables. Es una locura y tenemos que entender que el confinamiento es tortura, por eso le pido a mis colegas del Concejo que no perdamos ni un día más y avancemos sobre ese asunto (aprobando leyes que protejan la salud mental de los presos y garantice su seguridad)”.