Durante una eclipse de luna roja, los mayas creían que los dioses estaban enfadados. Por lo que los sacerdotes eran los encargados de volver a la Luna en su estado normal de luz. Ello era muy aplaudido por el pueblo, pues pensaban que los sacerdotes tenían un poder sobrenatural. Por ello, el conocimiento sobre el movimiento de la Luna y los planetas, jamás fue desvelado al pueblo. El pueblo se sentía aliviado y agradecido a los sacerdotes cuando pasaban los eclipses. Haz clic aquí para revivir el eclipse lunar del 27 de septiembre.