Llega la fecha límite para pagar impuestos en Estados Unidos y todo el mundo sabe que con o sin reembolsos, nadie escapa de hacer las cuentas con el Tío Sam. Sin embargo, lo que muchos no saben es que miles de inmigrantes indocumentados pagan su parte sin recibir ninguna compensación a cambio, y dejando miles de millones de dólares sin reclamar en las arcas del gobierno.
Cada año la Administración de Seguro Social recibe miles de millones de dólares en impuestos que no sabe quiénes han pagado, según ha documentado The Atlantic. Cada vez que un empleador envía una planilla W-2 que contiene un Número de Seguro Social que no corresponde a nadie que esté en récord, la agencia reenvía el documento a lo que se denomina Earnings Suspense File (Expediente de Ganancias en Suspenso), donde la información queda archivada hasta que alguien demuestre que ha ganado ese dinero. De esa manera puede recibir los beneficios de retiro.
Las planillas sin reclamar corresponden a personas que cambiaron sus apellidos por matrimonio y no reportaron el cambio, otras a personas que llenaron las planillas de declaración de impuestos incorrectamente. Pero la gran mayoría, unos 340 millones de casos, corresponden a trabajadores indocumentados, según la publicación.
Esos impuestos corresponden en su mayoría a inmigrantes que trabajan con números de identificación falsos.
Estos fondos que aportan los indocumentados y que nadie reclama son una infusión importante para los fondos de Seguro Social. Según Fuentes de la Administración de Seguro Social consultados por The Atlantic, se estima que para el 2040 habrá 3.4 millones de indocumentados cuyos patrones pagan impuestos pero que ellos no reciben. Las autoridades estiman ese flujo de dinero en unos $12 mil millones al año.
El Instituto de Políticas Económicas e Impositivas, en Washington, D.C. estima que aproximadamente la mitad de los inmigrantes indocumentados de EEUU pagan impuestos al gobierno. Con ello, y con el pago de impuestos a la venta y a la propiedad se calcula que pagaron más de $10 mil millones, según un informe de 2013.
Con el crecimiento de la inmigración ilegal, esas cifras han aumentado. Con la Reforma de Control de Inmigración de 1986, el gobierno hizo posible que los indocumentados pagaran impuestos a través de un número, el Individual Tax Identification Number (ITIN), con el que los inmigrantes indocumentados contribuyen con la esperanza de recibir sus beneficios una vez obtenido estatus legal. También es una señal de buena conducta cívica que en ocasiones ayuda en la tramitación del estatus legal. Desde el establecimiento de esa medida, se considera como delito el darle empleo a personas sin documentos legales, pero eso trajo como consecuencia que se pusieran a circular en el mercado ilegal de trabajos más falsificaciones de actas de nacimiento y otros documentos,
En 2010, unas 3 millones de personas pagaron más de $870 millones en impuestos utilizando el ITIN. Según el IRS, se llenan planillas de impuestos con números ITIN por el valor de $9 mil millones cada año.