Este 2 de febrero en México se celebra como el Día de la Candelaria. Se lo conoce como Candlemas en inglés, porque alrededor del siglo XI en Europa existía la tradición de traer velas a la iglesia para ser bendecidas como parte de la celebración. Esta tradición se basó en el pasaje bíblico de Lucas 2,29-32 que dice que cuando María y José llevaron a Jesús al templo, un hombre particularmente devoto llamado Simeón abrazó al niño y oró por el Cántico de Simeón:
Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera
en paz, como lo has prometido,
porque mis ojos han visto la salvación
que preparaste delante de todos los pueblos:
luz para iluminar a las naciones paganas
y gloria de tu pueblo Israel”.
La referencia a la luz inspiró la celebración de la bendición de las velas. Simeón declaró que Jesús sería una “luz”, de modo que la Iglesia desarrolló la costumbre de encender y bendecir velas, candelas, en este día.
En México, Día de la Candelaria es un seguimiento de las festividades del Día de los Reyes Magos el 6 de enero, cuando los niños reciben regalos y las familias y amigos se reúnen para comer Rosca de Reyes, un pan dulce especial con figuritas de un bebé (que representa el Niño Jesús) escondido dentro. Se supone que la persona (o personas) que recibió las figuritas en el Día de los Reyes Magos será la anfitriona de la fiesta en el Día de la Candelaria. Los tamales son la comida de elección.
También históricamente se dice que el sacerdote bendecía todas las velas empleadas durante la misa para todo el año. La congregación también recibía candelas y se repetían las palabras de Simeón en una canción.
El Misal romano actual incluye la siguiente oración:
Oh Dios, fuente y origen de toda luz,
que has mostrado hoy a Cristo, luz de las naciones,
al justo Simeón:
dígnate santificar con tu bendición estos cirios;
acepta los deseos de tu pueblo
que, llevándolos encendidos en las manos,
se ha reunido para cantar tus alabanzas,
y concédenos caminar por la senda del bien,
para que podamos llegar a la luz eterna.
El 2 de febrero también marca el punto intermedio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, que se alinea con la fiesta pagana de Imbolc. Desde tiempos antiguos se pensó que esta fecha era un marcador o un pronosticador del tiempo por venir, por lo que también se celebra como el Día de la Marmota en los Estados Unidos. Había un viejo refrán inglés que decía: “Si Candlemas es justo y brillante, Winter tiene otro vuelo. Si Candlemas trae nubes y lluvia, Winter no vendrá otra vez”. En muchos lugares, esto se considera tradicionalmente como el mejor momento para preparar la tierra para la siembra de primavera.