Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, el republicano ha intentado poner en marcha todo tipo de planes contra diferentes grupos de inmigrantes a los que ha puesto en la mira, y han sido los tribunales los que en más de una ocasión le han aguado sus intenciones. Y justo cuando intenta buscar a toda costa el resto de dinero para completar los más de $5 mil millones de dólares para construir el polémico muro en la frontera con México con su plan de “emergencia”, al magnate le cayó un nuevo balde de agua fría, pues acaba de darse a conocer que sigue perdiendo batallas. Las cortes le han quitado la sonrisa del rostro en más de una ocasión.
Esta vez se supo oficialmente que las amenazas que ha hecho durante meses en el sentido de recortar recursos federales a las llamadas ciudades santuario, que como Nueva York y Los Ángeles se han negado a que sus autoridades locales colaboren con las autoridades de inmigración para entregar a indocumentados, no sirvieron para nada.
Trump intentó poner un bloqueo a estas urbes, con una orden ejecutiva en enero de 2017 donde decretaba limitar los fondos federales a las jurisdicciones que se nieguen a colaborar con la Migra, y con 29 ciudades bajo su lupa, a las que acusaba de violar la ley federal por defender a personas sin papeles dio una dura batalla para imponerse, pero el Departamento de Justicia confirmó que, con excepción de un sitio en Oregón, todas han recibido las subvenciones federales solicitadas.
Dos condados en California salieron airosos en una demanda en un tribunal de distrito contra la Administración federal y el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito confirmó que no podían quitarle fondos solo por ser sitios santuario. Esto ocurrió en agosto de 2018.
Asimismo, la llamada Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos demandó a Trump el año pasado, y en septiembre impidieron de manera temporal que el Departamento de Justicia frenara esos fondos.
Esas derrotas han sido vistas por líderes y activistas de inmigración como triunfos considerables, con los que siguen envíando un mensaje a Trump: mientras más arrecie el Gobierno federal en sus intenciones por irse sobre la comunidad inmigrante, más van a seguir estos grupos, como la organización Make the Road, de Nueva York, fortaleciendo su lucha.
“Aunque el presidente quiera intentar ponerse por encima de las leyes, aquí estamos en un país donde las leyes están por encima”, aseguró hace unos meses Yatziri Tovar, líder inmigrante de Queens.