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Un tema que generó ansiedad y curiosidad enel panorama político americano en los últimos días tuvo que ver con el Presidente Trump y si el mandatario se realizaría la prueba del Coronavirus.
La preocupación del gobierno y el público en general surgió luego de que Trump realizara en su mansión de Mar-A-Lago en Florida una reunión de funcionarios con delegados del gobierno brasileño, de los cuales algunos resultaron infectados más no el presidente de esa nación.
El presidente de los Estados Unidos tuvo contacto con Fabio Wajngarten, secretario de prensa del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Este secretario fue quien dio positivo y al enterarse el mundo de la noticia se inició la presión y la inquietud para que Trump se hiciera la prueba.
Desafortunadamente el alcalde de Miami quien estuvo en la reunión también dio positivo en la prueba y se encuentra en cuarentena obligatoria.
Ayer durante la Conferencia de Prensa en la que Trump declaró a la nación americana en Estado de Emergencia recibió preguntas sobre su salud y si se haría la prueba y respondió que “probablemente” se la haría pronto pero primero debía revisar su calendario.
El viernes en la noche, el médico de la Casa Blanca, Comandante de la Marina Sean Conley, había dicho en un memorando que Trump permanecía sin síntomas de coronavirus y que no era necesaria la cuarentena ni la prueba: “Dado que el Presidente mismo permanece sin síntomas, la prueba para COVID-19 no está indicada actualmente. Continuaré monitoreando de cerca y cuidando al Presidente, y lo actualizaré a medida que haya más información disponible”, había dicho el médico militar.
El sábado las cosas cambiaron y Trump confirmó que sí se había hecho la prueba
para determinar si estaba infectado. Al finalizar el día el Doctor Sean Conley emitió un comunicado de prensa breve confirmando el resultado: “Esta noche recibí la confirmación de que la prueba realizada ha dado negativa”, expresó. (“This evening I received confirmation that the test is negative.”)
El mandatario ya había hecho en la mañana del sábado un anuncio invitando a la nación entera a un “Día Nacional de Oración” en su cuenta de Twitter para anunciar que era su “gran honor” declararlo:
Es un gran honor declarar el domingo 15 de marzo como “Día Nacional de Oración”. Somos un país que, a lo largo de nuestra historia, ha buscado protección y fortaleza en Dios en momentos como estos”, tuiteó Trump. “No importa dónde estés, te animo a que te vuelvas hacia la oración en un acto de fe. ¡Juntos, fácilmente VENCEREMOS!”
Este evento anual que normalmente se lleva a cabo el primer jueves de mayo, será realizado mañana.
Aunque Trump se muestre muy calmado y tranquilo tiene seguramente muchas razones para alzar al cielo una plegaria de agradecimiento. Aquí el enlace del anuncio del resultado de la prueba en este reportaje de Telemundo.