Hoy sábado es “Peak Ventilator Day”, el día en que se espera que el mayor número de pacientes padeciendo del coronavirus en Estados Unidos, requiera ventiladores para mantenerse con vida.
Llegó mucho antes de lo que la mayoría de la gente se esperaba y el número de pacientes usando respiradores también parece ser mucho más bajo de lo que se predijo inicialmente. Esto se debe en gran parte a los cambios en los modelos de predicción digitales que se utilizan para predecir la propagación de la pandemia.
En las próximas semanas habrán hospitales individuales, incluso ciudades enteras, que todavía verán el número de ventiladores que tienen en uso subir. Esto porque las zonas conflictivas en el país probablemente continuarán viendo brotes; sin embargo, las últimas estimaciones predicen que el sábado 11 de abril, un poco más de 15,400 pacientes con el COVID-19 en EEUU estarán internados y respirando con la ayuda de ventilación invasiva. A continuación, las previsiones muestran la cifra cayendo durante el resto del año.
Hasta ahora, el distanciamiento social parece estar funcionando
Las predicciones revisadas sobre la necesidad de ventiladores en EEUU son en gran parte el resultado de buenas noticias: El cierre casi completo del diario vivir, que se implemento en la mayoría de los estados en las últimas dos o tres semanas como parte del esfuerzo global para ayudar a activar el distanciamiento social, parece haber funcionado para “aplanar la curva” que muestran las gráficas de propagación.
Si las nuevas estimaciones resultan correctas, y si la gente continúa adhiriéndose a las medidas de precaución hasta que se emita un levantamiento oficial, entonces Estados Unidos habrá esquivado la peor de las previsiones epidemiológicas. Hace apenas un mes, algunos de esos modelos habían estimado que entre un millón y dos millones de personas –que podrían ser poblaciones enteras de varios estados americanos– podrían haber muerto a causa del virus de no haber hecho nada por controlarlo.
Producción en masa de nuevos ventiladores: demasiado poco, demasiado tarde
Si, con algo de retrospectiva, el sábado resulta ser un día pico para el uso de ventiladores, esto significará que los esfuerzos frenéticos en las últimas semanas por producir ventiladores adicionales en masa han sido para nada.
La semana pasada, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estadounidense anunció que emitieron dos contratos que en conjunto valen más de $1,000 millones de dólares para financiar la producción de una ronda de nuevos ventiladores de emergencia usando la Ley de Producción de Defensa.
Para fin de año, los contratos le agregarían al menos 73,000 ventiladores a la reserva nacional de equipo médico (National Strategic Stockpile); sin embargo, el primer lote de más de 6,000 nuevos ventiladores de General Motors, no llegará hasta el 1ero de junio. Para ese entonces, según los nuevos modelos de previsión lo peor de la pandemia en Estados Unidos habrá pasado.
Incluso los nuevos ventiladores no lleguen a tiempo para cubrir la peor parte del brote, o no sean necesarios como lo están sugiriendo algunos expertos médicos que aseguran su uso no es el mejor método para tratar a varios pacientes del COVID-19, aun podrían ser necesarios para futuros brotes de virus respiratorios, tal como la amenaza de una pandemia de gripe particularmente virulenta que muchos oficiales de salud pública han estado prediciendo.