Missouri: Perra sobrevive dos meses a 500 pies bajo tierra y sin alimento – FOTOS Y VIDEO

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Perra apareció herida dentro de una caverna de Missouri, tras dos meses de ser buscada por sus dueños. (Imagen ilustrativa)

Lo que para Gerry Keene el sábado pasado era una jornada de espeleología en Perryville, Missouri, en cuestión de segundos se transformó en una situación de sorpresa e incertidumbre. Cuando el experto estaba a 500 pies de profundidad y recorría una caverna junto a un pequeño grupo que incluía a varios niños, su linterna apuntó a unos ojos brillantes que resultaron ser de Abby, una perra que estaba desaparecida desde hace dos meses.

Según el testimonio de Keene a The Washington Post (The Post), durante sus expediciones solía encontrarse con peces, ranas y otros pequeños anfibios, pero jamás imaginó toparse con una perra que, por su aspecto, lucía con enormes secuelas por su estadía bajo tierra.

“Nos dimos cuenta de que sería difícil sacarla porque estaba demasiado débil para caminar”, dijo Keene, de 59 años, durante una conversación con The Post.

Impactado por el hallazgo de la mascota, Keene le tomó una foto y salió de la cueva para solicitar inmediata ayuda a los servicios de emergencias

Keene y un asistente del jefe de bomberos de Perryville se encargaron de rescatar a a Abby

Ya solicitada la asistencia, Keene recibió la ayuda de Rick Haley, el asistente de jefe de bomberos de Perryville que se acercó al lugar y, casualmente, también es un aficionado de la espeleología. Al enterarse de la aparición de la perra, se ofreció como voluntario para rescatarla, contó Keene a The Post.

“No se sabe cuánto tiempo estuvo allí, pero sabíamos que teníamos que sacarla”, dijo Haley al mismo medio de noticias.

Keene y Haley emprendieron camino rumbo a la posición de Abby, pero sabían que sacarla de la cueva era un desafió sumamente complicado: estaba herida y sin fuerzas. “Si no la sacábamos, moriría allí”, dijo Haley, de 66 años y un espeleólogo con 30 años de experiencia. Y agregó: “Sería una dura subida vertical para sacarla. Pero estábamos preparados para ello”.

Las hipótesis que barajaban los improvisados rescatistas apuntaban a que Abby habría perseguido a un animal dentro de la cueva, o tal vez fue arrastrada hacia adentro durante una inundación repentina.

Keene y Haley detallaron los obstáculos con los que se encontraron a lo largo del recorrido: caminaron y gatearon durante unos 15 minutos hasta que llegaron a Abby, pero les tomó más de una hora transportarla con cuidado a través de túneles bajos y estrechos hasta la superficie en una bolsa de lona acolchada, mientras la cabeza del perro asomaba por la parte superior.

“Tuvimos que moverla mano sobre mano porque estaba bastante apretado y vertical”, admitió Haley, señalando que en un momento él y su compañero que deslizarse por el barro en un largo túnel. “Fue agotador porque era el cuarto viaje a través de la cueva ese día”, dijo Keene.

A pesar del contexto adverso, Abby estaba tranquila y relajada mientras era trasladada por la cueva, tal vez porque sabía que la estaban rescatando, dijo Haley. “También estaba extremadamente débil y demacrada por la falta de alimentos”, aseguró, y destacó: “Ella tenía agua en la cueva. Si no fuera por eso, ella no estaría aquí”.

Abby era buscada desde el 9 de junio pasado, y su dueño quedó estupefacto al reencontrarse con la mascota

Antes de que Keene regresara a la cueva con Haley, mostró la foto del perro a los residentes que vivían cerca de la cueva. Uno de ellos la reconoció como Abby, la caniche mestiza de un vecino que había desaparecido el 9 de junio.

Según informa The Post, el sistema de túneles de cuevas tiene aproximadamente 22 millas, uno de los más largos de Missouri, que se conoce como el estado de las cuevas, con más de 7.300 registradas.

Cuando Keene y Haley salieron a la superficie con Abby, tras casi tres horas de trabajos para rescatarla, su agradecido dueño, Jeff Bohnert, de 55 años, se acercó a la entrada de la cueva después de que un vecino lo alertara sobre la foto de la mascota tomada por Keene.

Bohnert, según los testigos, se mostró estupefacto al saber que su perra había sido encontrado a 500 pies bajo tierra, dos meses después de su desaparición.

“Estaba absolutamente asombrado de que ella todavía estuviera viva”, dijo su dueño, y señaló que la cueva está a unas dos millas de su casa. “Ella es una verdadera sobreviviente. Su vista tardó un tiempo en adaptarse después de estar en la oscuridad durante tanto tiempo. Pero ella se está recuperando”, sostuvo.

Él y su esposa, Kathy Bohnert, bañaron suavemente a Abby e hicieron una gran cantidad de caldo de pollo para alimentarla en pequeñas cantidades.

“Había pasado mucho tiempo desde que había comido, así que le dimos el caldo en pequeñas raciones para que su estómago volviera a moverse”, dijo Bohnert. Y concluyó: “Todavía está bastante débil, pero está respondiendo a los nutrientes”.

En diálogo con The Post, el dueño de Abby dijo que el día que ella desapareció fue mientras jugaba sin correa “en el campo” con su otro perro, Summer, algo que era habitual entre ellos.

“Solo un perro llegó a casa”, dijo. “Se relaciona muy de cerca con Summer, así que supe que definitivamente algo andaba mal cuando ella no regresó. Fue triste saber que ella estaba desaparecida”, recordó.

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