Este domingo 30 de julio de 2023, un mitin político celebrado en el noroeste de Pakistán, terminó en una total tragedia, luego de que un atacante suicida se inmolara, matando a 44 personas y dejando a cerca de 150 más, gravemente heridas.
La explosión se presentó en el distrito de Bajaur, en la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, este domingo, hacia las 16:00 horas (11.00 GMT), durante una concurrida reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F), informó France24.
“El JUI-F organizó una convención de trabajadores en la ciudad de Khar, en Bajaur, en la que 40 personas perdieron la vida y más de 130 resultaron heridas”, declaró para EFE, Aziz Khan, oficial de la comisaría de Policía de la localidad, en declaraciones citadas por France 24.
De acuerdo con El Diario NY, y según las autoridades, el ataque estaba dirigido a miembros de ese grupo político, dirigido por su líder regional, Maulana Ziaullah, quien fue uno de los fallecidos en la explosión, informó The Associated Press.
Dice este medio de comunicación, que la concentración se llevaba a cabo cerca de una plaza de mercado de la ciudad, la cual estaba custodiada por varios miembros voluntarios del mismo partido político, sin embargo, pese a todo el despliegue de seguridad, no se pudo contener el acto violento.
De hecho, informa que el jefe de policía, Akhtar Hayat Gandapur, apuntó en una conferencia de prensa que probablemente un terrorista suicida llegó al lugar, provocando la explosión justo cuando llegaban los líderes de alto rango del partido político, de acuerdo con The New York Post.
De acuerdo con El País, Rahim Shah, un testigo citado por el diario Dawn, ha elevado a más de 500 personas los asistentes al mitin. “Estábamos escuchando un discurso cuando una fuerte explosión me dejó inconsciente”, ha relatado. Cuando este hombre recobró el conocimiento, había sangre por todas partes, afirmó. “La gente gritaba e incluso hubo disparos”, añadió.
Emergencia sanitaria en Bajaur
Debido a la gran cantidad de muertos y heridos, la ciudad se declaró en emergencia sanitaria. En medio del caos y del pánico de cientos de personas que huían del lugar, socorristas asistieron a las decenas de heridos críticos, para luego trasladarlos vía helicóptero hasta el hospital militar de Peshawar y el hospital de Bajaur, mientras que los lesionados de menor consideración esperaron en los pasillos de varios centros de salud su turno para ser atendidos, según NPR.
También según InfoBae, las imágenes del lugar de la explosión que circulan por las redes sociales muestran cadáveres esparcidos por el lugar y voluntarios ayudando a las víctimas empapadas en sangre a subir a las ambulancias.
Las autoridades informaron que hasta el momento se desconoce la autoría del atentado, indicando que ningún grupo insurgente se ha adjudicado el hecho, precisando además que no hay personas detenidas, sospechosas de estar vinculadas al crimen.
“El número de muertos es ahora de 44 y más de 100 están heridos. La investigación está en curso y nadie ha sido arrestado hasta el momento en relación con la explosión”, dijo a EFE el oficial de policía Shafiq Ullah, de la comisaría de Khar, donde ocurrió el ataque, informó El Debate.
Refiriéndose al atentado, el jefe de JUI-F, Maulana Fazlur Rehman, pidió a otros lideres políticos de Pakistán ayudar en la investigación de este atentado terrorista, a la vez que instó a sus copartidarios a donar sangre para salvar a muchas de las víctimas.
“Los trabajadores de JUI deben permanecer en paz y los gobiernos federal y provinciales deben brindar el mejor tratamiento a los heridos”, precisó el partido en un comunicado, citado por El Diario NY.
Rehman ha sido considerado un clérigo pro-talibán, que cambió el nombre de su grupo en 2019 luego del asesinato de su exjefe, Samiul Hag, quien es conocido como el ‘Padre de los Talibanes’.
Antecedentes de la situación violenta
Pakistán experimentó un aumento de la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos, en Kabul, en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, según France 24.
A finales de 2022, el principal grupo paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), anunció el fin del alto un fuego alcanzado con Islamabad, al que acusó de incumplir sus compromisos en unas negociaciones de paz. La mayoría de los atentados recientes se han dirigido contra fuerzas de seguridad e instalaciones, y no contra concentraciones políticas.
El TTP no es el único grupo militante que lleva a cabo atentados en la zona, que también ha sido golpeada por una sección local del Estado Islámico.
El país ha sido testigo de 271 ataques de militantes armados durante la primera mitad del año, en los que 389 personas fallecieron y otras 656 resultaron heridas, según un informe publicado a principios de julio por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán. Un incremento significativo de las cifras en comparación al mismo periodo de 2022, cuando Pakistán sufrió 151 ataques que causaron 293 muertos y 487 heridos, reportó France24.
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