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La administración de un edificio de apartamentos de lujo en Upper East Side, Nueva York, ha presentado una demanda contra Helen Hirsh, una residente de 83 años, a quien acusan de defecar en la piscina del complejo, según se puede constatar en documentos judiciales.
De acuerdo al expediente al que accedió The Daily Beast, los abogados de Rio The Condominium and Spa en East 65 St. alegaron en documentos presentados el último miércoles que Hirsh “defecó en la piscina del Fitness Center y luego nuevamente en la ducha del Fitness Center”.
A new lawsuit alleges that a resident of a luxury Upper East Side apartment building, who swims in the wrong communal pool lanes, has also pooped in it—but 83-year-old Helen Hirsh told The Daily Beast that it’s the condo’s management that’s full of it.
“El Condominio se vio obligado a cerrar la piscina del Fitness Center para que pudiera desinfectarse adecuadamente de acuerdo con el código de salud estatal aplicable, y a dejar fuera de uso la ducha del Fitness Center para que pudiera ser limpiada y desinfectada. Como resultado, otros propietarios de unidades y residentes no pudieron usar la piscina o la ducha durante esos momentos”, dice la denuncia.
Sin embargo, Hirsh habló con The Daily Beast y apuntó contra el administrador del complejo.
También acusan a Hirsh por ruidos fuertes mientras utiliza el gimnasio y la piscina del condominio, y de vestir indumentaria inadecuada para realizar actividades deportivas
La demanda contra la Sra. Hirsh también alega que ella “grita y hace ruidos fuertes mientras usa el gimnasio y la piscina” y “en numerosas ocasiones no usó la vestimenta adecuada en el gimnasio (usó el equipo del gimnasio con un traje de baño mojado y no usó el calzado deportivo adecuado) [o] ducharse antes de usar la piscina”.
A pesar de que las autoridades del condominio dispusieron la suspensión a Hirsh para acceder a dichas instalaciones, la anciana logró burlar la sanción “obteniendo engañosamente un código para acceder al Fitness Center de un corredor de bienes raíces que había estado”, mostrándolo a compradores potenciales “e incluso ha forzado su entrada en Fitness Center cuando otro residente salía por la puerta del Fitness Center”, dice el expediente.
Y agrega: “El acusado llamó a la policía al edificio cuando el personal del edificio intentó restringir su acceso al gimnasio”
Hirsh dice que las acusaciones son en su mayoría falsas y que presentaría una contrademanda
Durante una entrevista brindada el miércoles por la noche a The Daily Beast, Hirsh dijo que las acusaciones son en su mayoría falsas y que presentará una contrademanda.
“No, esto es realmente ridículo; Antes era médica”, dijo Hirsh al citado medio cuando se le preguntó acerca de nadar en carriles de piscina incorrectos. “No sé nadar; Siempre nado cerca de la pared, ya sabes, cerca de la pared”.
“Ya, no sé nadar. No soy muy buena, entonces…”, dijo Hirsh con una sonrisa cómplice.
Cuando se le preguntó sobre la acusación de defecar en la zona común del condominio, respondió: “No, nunca”, y luego agregó: “Tal vez me estoy haciendo vieja”.
Luego alegó que la gerencia secretamente quería sacarla de su apartamento de una habitación y un baño en el edificio, al que se mudó el año pasado, porque no da grandes propinas.
“Escucha, escucha, te digo… esto es ridículo, no quiero vivir más aquí”, dijo indignada, mientras alegaba que sus problemas se derivan de no dar “propinas, propinas y propinas” al personal del edificio. “Soy una señora mayor. ¿Por qué debería darte propina todo el tiempo?”, planteó en diálogo con el mismo medio.
“Mañana iré a la corte para demandarlos”, anunció Hirsh, y detalló: “¡Quiero demandar a la compañía administradora!”.
Cuando se le preguntó sobre qué presentaría en la demanda, la residente declaró que denunciará a la administración de su propio edificio por colocar “información incorrecta” en el registro público.
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