El cuerpo sin vida de una anciana fue hallado dentro de un congelador en su residencia en California durante un chequeo de bienestar a cargo de las autoridades policiales.
La mujer fue identificada como Miriam Travis, de 87 años, una detective jubilidada del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.
El cuerpo de Travis fue encontrado el pasado domingo 19 de septiembre en un congelador en el garaje de su residencia en la ciudad de Riverside, según información reseñada por The Press Enterprise.
El citado medio de comunicación agregó que la mujer se mudó en el año 1990 a la ciudad de Riverside con el propósito de disfrutar de su jubilación tras poner fin a su carrera como detective del departamento de homicidios del Sheriff del Condado de Los Ángeles.
Las autoridades policiales acudieron a la residencia de Miriam Travis tras recibir una solicitud de un chequeo de bienestar a primeras horas del domingo, afirmó Javier Cabrera, un vocero del Departamento de Policía de Riverside.
La hija de Travis dio declaraciones inconsistentes sobre el paradero de su madre, lo que llevó a la policía a registrar la “desaliñada” casa que tenía mal olor, dijo Cabrera.
The New York Post reveló que la policía encontró el cuerpo de la anciana dentro de un congelador en funcionamiento.
El estado del cuerpo de la víctima no fue precisado, pero trascendió que será sometido a una autopsia para determinar la causa de muerte, informó el periódico.
La hija de Travis, quien no ha sido identificada públicamente, fue interrogada por la policía y luego liberada hasta que los investigadores puedan determinar cómo murió la anciana y si ella tuvo alguna participación en el atroz crimen.
Los familiares de la víctima la describieron como una “mujer ermitaña”
Kerri Nickell, una nieta de Miriam Travis, dijo que la anciana y su esposo se mudaron a la casa en Riverside después de su jubilación en el año 1990.
Travis fue descrita como una “abuela muy buena” que llevaba a Nickell y a sus once primos a Disney anualmente en la temporada navideña, según dijo Nickell.
El esposo de Travis murió en 1992, por lo que el comportamiento de Miriam Travis dio un giro inesperado, al punto de cambiar las cerraduras de su residencia y cortar cualquier tipo de contacto con su familia extendida, aseguró Kerri Nickell en una entrevista con el diario Daily Bulletin.
“Fue como si fuera mi abuela un día, y luego nunca más volvimos a saber de ella”, puntualizó Nickell, quien describió a Travis y a su hija como unas mujeres “ermitañas”.
Un primo de la víctima esporádicamente le enviaba fotos de sus parientes, pero nunca obtuvo una respuesta por parte de ella, según informó Daily Bulletin.
Los vecinos de Miriam Travis no le veían desde hace varios meses
Tanto la madre como la hija eran obsesivamente privadas con su vida, de acuerdo con información reseñada por Daily Bulletin.
Un vecino de Miriam Travis, identificado como Randy Hayes, dijo que la última vez que vio a la víctima fue en el mes de noviembre del año 2020.
Randy Hayes alegó sostener conversaciones con Travis a lo largo de los años, pero enfatizó que se volvieron cada vez menos frecuentes.
Hayes dijo que si Miriam Travis salía de su casa era para trabajar en el jardín de enfrente o para subirse rápidamente en su automóvil para dirigirse a un sitio en específico.
Cedric Valentín, el jardinero de la casa de Hayes, dijo que con frecuencia se detenía a conversar con Travis.
Valentín dijo que la última vez que vio a la víctima fue hace cuatro meses. Sin embargo, hace un mes le pregunto a su hija por ella, y la mujer aseguró que se encontraba en casa y estaba “bien”.