El expresidente Donald Trump no para de estar en el ojo público ni de ser noticia. Y este jueves, días después del sonado allanamiento que el FBI hizo a la mansión del exmandatario, Mar-a-Lago el 8 de agosto, en Florida, de donde se llevaron material sensible en el caso sobre el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, un juez federal ordenó que se abra públicamente el documento que se usó para realizar la diligencia.
Así lo revelaron varios medios como el periódico New York Times, donde se aseguró que el tribunal federal pidió ver “la versión redactada de la declaración jurada utilizada para obtener una orden judicial” para inspeccionar la casa de Trump y llevarse el material, algunos con siderados ultrasecretos, que solo podían estar en instalaciones de Gobierno y no en la casa del republicano.
Durante su búsqueda, el FBI incautó 11 conjuntos de materiales clasificados en Mar-a-Lago, algunos de los cuales estaban etiquetados como “ultrasecretos”, el nivel más alto de clasificación reservado para la información de seguridad nacional de EEUU más reservada y que solo se puede ver en instalaciones gubernamentales especiales.
El juez fue más tajante y ordenó que dicho documento se revele este viernes antes del medio día, lo que divulgaría detalles específicos sobre dicha diligencia y lo que se estaba buscando.
La sentencia del juez Bruce E. Reinhart exige al Departamento de Justicia publicar la declaración jurada “redactada en una breve orden de dos páginas emitida por el Tribunal Federal de Distrito en el sur de Florida”, aseguró la citada publicación, que agregó que en consideración del juez “la orden decía que había encontrado que las redacciones propuestas por el Departamento de Justicia estaban ‘estrechamente adaptadas para servir al interés legítimo del gobierno en la integridad de la investigación en curso’ y que “fueron la alternativa menos onerosa para sellar toda la declaración jurada”.
El documento pondría de manifiesto datos exactos que justificarían la acción del Gobierno para entrar como lo hizo el 8 de agosto en la residencia de Trump, como parte de la investigación para establecer si el magnate eliminó ilegalmente documentos cuando dejó la Casa Blanca.
“El fallo es un hito legal importante en una investigación que se ha convertido rápidamente en una gran amenaza para Trump, cuyos abogados han ofrecido una respuesta confusa y, en ocasiones, tambaleante. Pero también es un punto de inflexión para el Fiscal General Merrick B. Garland, quien está tratando de equilibrar la protección del proceso procesal manteniendo en secreto los detalles de la investigación y brindando suficiente información para defender su decisión de solicitar un allanamiento”, advirtió el Times.
Según Univision Noticias, la orden del juez se dio solo unas horas después de que Trump solicitara a un tribunal federal impedir temporalmente que el FBI revise los materiales que incautó hasta que no haya un ‘maestro especial’ que supervise las inspecciones.
Tras la diligencia en la mansión, Univisión aseguró que Trump denunció que el allanamiento, donde se hallaron 11 grupos de materiales clasificados violó la ley.
“La irrupción, búsqueda e incautación en Mar-a-Lago fue ilegal e inconstitucional, y estamos adelantando las acciones necesarias para tener esos documentos de vuelta”, aseguró el exmandatario según reseñó Univisión. “Ellos incautaron documentos protegidos por el privilegio abogado cliente y por el privilegio ejecutivo”.