Petrificada quedó una familia mexicana que celebraba una fiesta de cumpleaños al aire libre, cuando un invitado no esperado y “devorador de enchiladas”, irrumpió en su mesa.
Sylvia Macias, que celebraba el cumpleaños número 15 de su hijo Santiago en el parque Chipinque, Nuevo León México, ubicado en las afueras norteñas de la ciudad de Monterrey, vio como un gran oso negro trepó a su mesa y pasó por encima de ellos para comerse las enchiladas, los tacos, y demás pasabocas que encontró en el picnic familiar.
De hecho, de acuerdo con The Guardian, un video filmado por su amiga Ángela Chapa muestra a Macías sentada estoicamente, a centímetros de la boca del oso, sosteniendo a Santiago y tapándole los ojos con su mano. Macías mantuvo la mirada baja para evitar cualquier cosa que el oso pudiera considerar un desafío.
“Lo peor es que Santiago se asuste”, dijo Macías el martes en una entrevista con Associated Press. “Santiago le tiene mucho miedo a los animales…un gato o un perro, cualquier animal le da mucho miedo.
“Por eso le tapé los ojos, porque no quería que lo viera y gritara o corriera. Tenía miedo de que si se asustaba o gritaba, o asustaba al oso, el oso reaccionaría”, añadió la mujer.
Según la BBC, el sorprendente video se publicó en línea y se volvió viral, acumulando más de diez millones de visitas en la plataforma de redes sociales TikTok.
Las reacciones que despertó la publicación destacan la forma serena y heroica en que estas mujeres actuaron para que nadie saliera lastimado, incluido el osezno.
“Qué surrealista es México”, “Grandes humanos. No pensaron en lastimar al animal ni un momento”, “Pobre, tenía hambre”, “Qué valientes”, “Es un oso bebé todavía”, “Excelente manejo de la situación”, fueron algunos de los comentarios de los usuarios, citados por InfoBae.
Dice Macias que cuando planeó la celebración en este lugar sabía que Monterrey y sus afueras son hábitat de estos grandes animales, y que además, es frecuente que los osos hagan presencia ante los visitantes del parque para hacerse a un poco de comida.
Ante su conocimiento, no descartó que a ellos les pudiera pasar, y por eso había ideado un plan de juego para que Santiago no se asustara, si un oso aparecía en la fiesta.
“Vamos a hacer un juego donde le tapamos los ojos a Santiago y vamos a hacer de estatuas”, recordó haberle dicho a su hijo, según reportó The Guardian.
Y eso fue exactamente lo que hicieron: Santiago permaneció inmóvil, a pesar de que “el oso estaba muy cerca de nosotros, lo oíamos gruñir, mientras comía, se podía oler el oso. Estuvo realmente muy, muy cerca”.
Entre tanto, Ángela Chapa, quien filmó la escena, vive en Monterrey y conocía el comportamiento correcto ante un encuentro con un oso negro: nunca correr.
Se dio cuenta de un plato de enchiladas que el oso no había comido y lo alejó, después de mostrárselo al animal. Como era de esperar, el animal siguió la comida y Chapa se paró frente al oso, protegiendo a Macías y a su hijo, permitiéndoles retirarse silenciosa y lentamente.
El oso abandonó el lugar finalmente, mientras que Macias ante la exaltación de su valentía, dijo que simplemente actúo como una madre protectora de su hijo. “Simplemente creo que soy una madre que protegió a su cachorro”, finalizó.
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