Mientras la matanza escolar en una escuela de Uvalde, Texas, sigue bajo investigación, apareció un video que da cuenta de la desesperación de los padres de los alumnos por ingresar al aula que estaba siendo atacada. En las redes sociales, las imágenes fueron recibidas como la presunta inacción de la policía ante la advertencia de un tirador.
Los videos exhibe la desesperación de los padres, quienes reclamaban a los policías que ingresaran al establecimiento. Se sabe que el tirador estuvo en la escuela entre cuarenta minutos y una hora antes de cometer los ataques. ¿Pudo haber actuado la policía en ese lapso de tiempo? Los damnificados por la matanza consideran que sí.
Ante la presunta pasividad de los uniformados, algunos padres intentaron ingresar para salvar ellos mismos a sus hijos. La policía se los impidió.
“Vamos dentro, porque los policías no están haciendo nada de lo que se supone que tienen que hacer”, se escucha gritar a un padre en uno de los videos. Se trata de Javier Cazares, quien perdió a su hija de diez años, Jacklyn Cazares.
“No nos preocupábamos por nosotros. Queríamos entrar en el edificio. Decíamos: ¡vamos! porque así de preocupados estábamos y queríamos sacar a nuestros niños”, declaró el hombre tras la matanza que dejó un saldo de 19 niños y dos adultos muertos.
La policía se defiende
Consultado por la presunta inacción de la policía, Steven McCraw, director del Departamento de Segurida Pública de Texas, dijo que los agentes “actuaron inmediatamente”.
Los videos, a priori, podrían matizar esa rotunda aseveración de McCraw. Los policías se escudan en el cumplimiento de un protocolo, normas de conducta que deben cumplir cuando se trata de menores en riesgo de vida.
Este jueves, la madre de Salvador Ramos dijo que su hijo “no era un monstruo” y contó que de niño sufría bullyng debido a sus problemas para expresarse correctamente. Ramos, de 18 años, fue el tirador responsable de las 21 muertes. La policía lo abatió en el lugar de los hechos.
Investigarán el accionar de la policía
Los reclamos de los padres de las víctimas de la matanza de Texas llegó hasta el congreso. El congresista demócrata Joaquín Castro solicitó al FBI que intervenga para aclarar la situación.
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Castro citó los informes de los padres para justificar su pedido: “Los padres instaron sin éxito a las fuerzas del orden público a ingresar al edificio durante y confrontar al tirador”.
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