En medio de la lucha que en todo el mundo se está dando para poner freno al COVID-19, autoridades de salud revelaron su preocupación de que el progreso mundial contra el sarampión que se había logrado, está siendo amenazado por la pandemia.
Así lo manifestaron los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), en un reporte en el que aseguraron que los efectos de la pandemia del COVID, retrasan procesos de vacunación contra el sarampión, y aumentan el riesgo de que se generen brotes de la enfermedad.
Los CDC advirtieron que “aunque los casos notificados de sarampión han disminuido, el riesgo de brotes está aumentando”, citando datos de un reporte suyo junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se aseguró que en el 2020, unos 22 millones de bebés no recibieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión, lo que representó 3 millones más que en 2019.
Kevin Cain, director del departamente de Inmunización Global de los CDC, elevó su voz para alertar sobre los riesgos que existen de que haya eventuales brotes, no solo porque millones de niños no han sido vacunados contra el sarampión, sino porque además la vigilancia sobre el avance de esa enfermedad se ha frenado en gran medida.
“Un gran número de niños no vacunados, los brotes de sarampión y la detección y el diagnóstico de enfermedades desviados para respaldar las respuestas de COVID-19 son factores que aumentan la probabilidad de muertes relacionadas con el sarampión y complicaciones graves en los niños”, dijo el funcionario. “Debemos actuar ahora para fortalecer los sistemas de vigilancia de enfermedades y cerrar las brechas de inmunidad, antes de que los viajes y el comercio regresen a los niveles previos a la pandemia, para prevenir brotes mortales de sarampión y mitigar el riesgo de otras enfermedades prevenibles por vacunación”.
Los CDC advirtieron que aunque la reducción de casos de sarampión notificados en 2020 pudiera sisipar las preocupaciones, ello “no debe enmascarar el creciente riesgo de sarampión”que hay para los niños.
“La cobertura de la primera dosis disminuyó en 2020, y solo el 70 por ciento de los niños recibió su segunda dosis de la vacuna contra el sarampión, muy por debajo del 95 por ciento de cobertura necesaria para proteger a las comunidades de la propagación del virus del sarampión”, advirtieron los CDC en su reporte.
“Además del empeoramiento de las brechas de inmunidad en todo el mundo, se pospusieron 24 campañas de vacunación contra el sarampión en 23 países, originalmente planificadas para 2020, debido a la pandemia de COVID-19, lo que dejó a más de 93 millones de personas en riesgo de contraer la enfermedad”.
Kate O’Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS aseguró en el comunicado compartido por los CDC, que hay que estar muy atentos y no confiarse.
“Si bien los casos de sarampión reportados disminuyeron en 2020, la evidencia sugiere que probablemente veamos la calma antes de la tormenta a medida que el riesgo de brotes continúa creciendo en todo el mundo”, dijo la experta, acotando que aunque urge que los niños se vacunen contra el COVID, no se peude dejar de lado otras vacunas indispensables como el sarampión. “Es fundamental que los países se vacunen lo más rápido posible contra el COVID-19, pero esto requiere nuevos recursos para que no se produzca a costa de programas de inmunización esenciales. Se debe proteger y fortalecer la inmunización de rutina; de lo contrario, corremos el riesgo de cambiar una enfermedad mortal por otra”.
Los CDC explicaron que el sarampión es uno de los virus más contagiosos del mundo, e insistieron en que la vacunación lo previene.
“En los últimos 20 años, se estima que la vacuna contra el sarampión ha evitado más de 30 millones de muertes en todo el mundo. Las muertes estimadas por sarampión se redujeron de alrededor de 1.070.000 en 2000 a 60.700 en 2020. El número estimado de casos de sarampión en 2020 fue de 7,5 millones en todo el mundo”, dijeron los CDC en su comunicado. “La transmisión del sarampión dentro de las comunidades no solo es un indicador claro de una cobertura deficiente de vacunación contra el sarampión, sino también un marcador conocido o trazador de que los servicios de salud vitales no llegan a las poblaciones más expuestas.
Anuradha Gupta, directora ejecutiva adjunta de la organización Gavi the Vaccine Alliance, mencionó en el comunicado de los CDC que no se puede bajar la guardia contra el sarampión por concentrarse en el COVID.
“La pandemia está teniendo un gran impacto en la capacidad de los países para brindar servicios de salud esenciales como la inmunización de rutina, lo que pone a millones de personas, principalmente niños, en riesgo de contraer enfermedades altamente infecciosas como el sarampión”, dijo Gupta. “Nuestra prioridad en Gavi es ayudar a los países a mitigar este riesgo y prevenir brotes de enfermedades mediante el cierre de las crecientes brechas de inmunidad mediante el fortalecimiento de la inmunización de rutina y la realización de campañas de puesta al día bien planificadas y específicas”.