La ciudad de Nueva York tiene acostumbrados a sus residentes a vivir con los ruidos de la vida cotidiana, como el metro, los autos, las construcciones, la música, las distintas voces, y todo un sin número de sonidos propios de una ciudad grande, turística y cosmopolita, que por algo se ha denominado la ciudad capital del mundo.
Sin embargo, hay algo que últimamente esta perturbando a sus ciudadanos, y por lo cual se han incrementado las quejas a la línea de ayuda del gobierno: el ‘sexo ruidoso’. La pesadilla de los vecinos que viven en la Gran Manzana.
Cientos de neoyorkinos llaman a la línea 311, para reportar de casos sexuales demasiado escandalosos, que rompen con la paz mental y la tranquilidad familiar, aun estando en sus propias casas. Es de anotar que esta línea, está dispuesta solo para casos comunes de convivencia ciudadana, y no para registrar emergencias.
Las estadísticas de las quejas
De acuerdo con El Diario NY, entre el 19 de febrero de 2021 y el 9 de febrero de 2022 el 311 recibió más de 270 quejas relacionadas con sesiones de sexo salvaje y escandaloso, desde orgías en un patio trasero hasta encuentros de “sexo fuerte y despiadado”.
Según el New York Post, algunos reportes incluyen la descripción de un “tiranosaurio sexual” que gruñía durante un encuentro íntimo y parejas teniendo sexo en las escaleras del edificio o afuera de la ventana de un apartamento.
“Orgía en el patio trasero, tetas y penes exhibidos en la calle”, fue la queja de un residente de Queens en una madrugada de junio del año pasado. “Hay un hombre gay obeso salpicando las mejillas de sus amantes latinos”, señaló a medianoche otro vecino de Brooklyn en agosto pasado.
“En ese apartamento siempre hay fuertes gemidos de su ocupante femenina mientras tiene relaciones sexuales. Es difícil para un vecino solitario tener una buena noche de sueño”, escribió un hombre de Queens en una queja recibida alrededor de las 4:00 de la madrugada.
Otro vecino de Brooklyn afirmó que perdió su trabajo por quedarse dormido luego de una sesión de sexo ruidoso de sus vecinos.
En diciembre pasado, en la víspera de Navidad, un residente de Manhattan se quejó de que sus vecinos utilizaron villancicos para tener sexo durante varias horas, cantando “Jingle Balls” a todo pulmón mientras otra persona gritaba “sí papá, baja por mi chimenea”.
Igualmente, de acuerdo con Continental en Cross Bay Boulevard, en Queens, se registraron 56 quejas sobre “hippies” supuestamente disfrazados de Freddy Krueger, Pennywise y el Conejito de Pascua mientras participaban en una juerga coital mientras el tema principal de Velveteen Dream, un luchador profesional, sonaba de fondo.
“Todavía están aquí causando un caos sexual”, se quejó un vecino un día a las 6:00 a.m. “Pensé que hacía demasiado frío afuera para una fiesta de orgía. No detiene a este tipo”.
Otro residente de Queens dijo: “Por el amor de Dios, detén a estos adictos al sexo… O a la R a la G a la Y. Si sabes cómo se escribe y se lee, eso es ‘orgía’”.
En Greenwood Heights, en Brooklyn, un residente dijo que habían dormido durante los desastres naturales pero que ahora las actividades de sus vecinos los mantenían despiertos. “Para tener una idea de lo perjudiciales que son, he dormido durante terremotos e incendios en mi vida… No podía dormir con esto”, escribió el residente en abril pasado, en una denuncia presentada a las 2:45 am.
Alguien más informó: “[Ella] hace que la cama rechine como si fuera un evento olímpico”. Otro dijo: “techo temblando y escombros cayendo sexo”. Parece que la cosa se pone entretenida en la Gran Manzana.
Las quejas obtenidas por Patch también revelaron que los neoyorquinos han estado involuntariamente al tanto de narraciones de alcoba alineadas con eventos actuales.
Pero, ¿qué dicen las leyes?
La Ley Local 113 de la Ciudad de Nueva York establece que los residentes de los cinco condados están obligados a tener horas de silencio desde las 10:00 p.m. hasta las 7:00 a.m. Esto también incluye tener mascotas que hagan ruidos fuertes durante más de cinco minutos a la vez.
La misma ley también señala que la construcción solo puede realizarse entre las 7:00 a.m. y las 6:00 p.m. de lunes a viernes. El trabajo de emergencia puede ocurrir fuera del horario laboral solo cuando no se puede realizar durante el horario normal.
Como castigo por violar estas leyes, las personas pueden recibir multas de $70 a más de $400 dólares por su primera violación. La ciudad considera que las quejas por ruido y la contaminación acústica se encuentran bajo multas de “calidad de vida”.
Además, la Sección 24-218 del Código de Ruido de la Ciudad de Nueva York establece la prohibición general de que ninguna persona haga ningún ruido que exceda los niveles de decibelios permitidos dentro de la Ciudad de Nueva York, y las disposiciones específicas del código se aplican a los condominios y edificios similares.
Por otro lado, la ley local se refiere a la cantidad de ruido, la duración del ruido y la fuente de los sonidos distintos del ruido ambiental que afectan a los habitantes de una comunidad. Básicamente, la ley define qué sonidos son y qué no son aceptables en un momento dado para que los residentes puedan vivir cómodamente.
Pero a pesar de las quejas y de que la policía investigó todas las denuncias, casi ninguna fructificó: la mayoría fueron reportadas por los oficiales como “infundadas”, “innecesarias” o “no criminales”.
No obstante, una portavoz de la policía de Nueva York, Sophia Mason, dijo que la policía de Nueva York toma en serio todas las quejas sobre la calidad de vida. “[We] continuará monitoreando y abordando todas las quejas”, dijo.
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