Rosh Hashaná 2023: Comidas típicas para el Año Nuevo judío

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Llegó el año nuevo judío, y con la fiesta del Rosh Hashaná, llega también la comida tradicional de su cultura.

El primer y segundo día del Tishréi, que para los que nos regimos por el calendario gregoriano será desde el 15 al 17 de septiembre del 2023, la comunidad descendiente del pueblo hebreo dispondrá la cena del Séder de Pésaj, y con ella la oración y el clamor a Dios para conseguir el perdón para el Shabbat siguiente del Yom Kippur.

Explica el blog Directo al Paladar, que como sucede en todas las religiones, las festividades del judaísmo van asociadas a determinados alimentos y platos cuyo consumo no es sólo una costumbre, sino que tienen carácter simbólico y ritual.

 La cena del Rosh Hashaná

Vino kosher

Tras encender las velas y pronunciar el Sheejeianu para agradecer a Dios por la vida y la salud, la cena del Rosh Hashaná se inicia con el kidush, una bendición que se recita sobre el vino durante el Shabat y otras festividades. Sin embargo, el que se realiza durante el Rosh Hashaná es diferente y exclusivo para esa celebración, ya que en él se hace referencia al Éxodo de Egipto, el shofar (instrumento sagrado) y la remembranza. El vino kosher es dulce, lo que hace referencia al dulzor del nuevo año, y es un símbolo de alegría que tiene una gran importancia en la reuniones.

Jala

El jalá o pan trenzado, tan habitual en el Sabath y en otras mesas festivas, se presenta a la mesa del rosh Hashaná en forma de llave o circular, con el fin de representar el comienzo y el fin del ciclo anual del año. Simboliza la circularidad del tiempo. Tal y como se hace durante el Sabath, la jalá se unta tres veces en sal, un ingrediente que simboliza lo indestructible, pero durante el seder, se añade a esta tradición la de mojarlo también en miel, como otro de los augurios de un nuevo año dulce.

Dicen los judíos según AISH Latino, : “Comemos dátiles (tamar en hebreo), y le pedimos a Dios que “nuestros enemigos sean consumidos (yetamú)”.
Untamos manzanas en miel, para simbolizar nuestro deseo de un año dulce”.

Comemos granada y pedimos que “nuestros méritos sean tan numerosos como las semillas de la granada”. Comemos zanahorias (guezer en hebreo) y pedimos a Dios que destruya cualquier decreto (guezerá) malo contra nosotros. Comemos puerros (karsi en arameo, que también significa “cortar”). Le pedimos a Dios que corte a nuestros enemigos. Comemos remolacha (silka en arameo, que también significa “remover”), y rezamos que nuestros adversarios sean removidos. Comemos calabaza (kara en arameo), y pedimos a Dios que rompa (kara) cualquier juicio negativo de nosotros, y que proclame (kara) nuestros méritos. Comemos pescado y pedimos “ser fructíferos y multiplicarnos como los peces”. Comemos (o al menos mencionamos) de la cabeza de un pescado o un cordero, con el deseo de ser como líderes (cabeza) y no “cola”.

Simbología de los alimentos:

✓ El dátil, un dulce muy típico de Israel, representa el deseo de que los enemigos de la persona desaparezcan.

✓ La granada tiene genéticamente 613 semillas, igual que los 613 preceptos de la Torá.

✓ La zanahoria simboliza el anhelo de realizar más acciones buenas durante el año entrante.

✓ Comer calabaza alude al deseo de destruir las malas acciones realizadas el año anterior.

En la cena también tienen lugar los panes matzos y challah, siendo el último un pan trenzado que significa el pasar del tiempo con sus momentos buenos y malos. Estos deben ser colocados debajo o en frente del Séder, separados y cubiertos por paños blancos.

Cena completa para la bienvenida del Año Nuevo judío

Entrante: Manzanas con miel

Este entrante para iniciar el año nuevo judío es sencillo, sabroso y representativo a partes iguales. Basta con untar un gajo de manzana en miel para degustar este entremés que se toma con el fin de desear a los seres queridos que el próximo año sea dulce.

Jalá agula, pan redondo y trenzado

El jalá es un pan con semillas trenzado que se come semanalmente durante la festividad del Shabbat. Se elabora con harina, mantequilla, semillas de amapola, azafrán y sirope de agave. Pero en la celebración de Rosh Hashaná la tradición es que el pan sea redondo, ya que esta forma representa de manera simbólica el deseo de tener una vida larga y plena. El pan circular también alude a una corona, símbolo de la representación divina.

Pescado Guefilte, por las buenas acciones del nuevo año judío

Este tiene al pescado blanco como protagonista. Se completa con zanahoria, cebolla y perejil y se puede cocinar o bien al horno o hervido.

El pescado es un elemento clave en esta festividad, ya que también es tradición comer su cabeza o tenerla emplatada en la mesa. Simboliza liderazgo y el afán que durante el nuevo año se realicen buenas acciones.

Farfalaj, con o sin pollo

Es una pasta de trigo tostada que tanto puede ser un acompañamiento o el ingrediente principal. La receta más sencilla es el farfalaj condimentado con cebolla y caldo de verduras. También puede mezclarse con pollo.

De postre: Leicaj

Para el postre, es típico tomar un leicaj de miel. Este dulce se realiza con miel, huevo, azúcar, canela, té y aceite. El resultado es un postre esponjoso, un deje dulce y una forma circular como la de una berlina. Como las manzanas con miel, su dulzura simboliza el imperioso deseo de tener un año nuevo ‘dulce’.

Aperitivos habituales: Varenikes y knishes

Dos aperitivos habituales en la celebración de Rosh Hashaná, originales de las comunidades judías asquenazíes asentadas en Europa del Este. Los varenikes son una pasta en forma de medialuna que se pueden rellenar con cebolla, papa, col, queso o puré de papa. Por su parte, la masa de los knishes es de harina y puré de patatas y se pueden rellenar con col, cebolla, espinacas o nueces, entre otros.

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