Una tragedia más se suma a Japón que, tras un mortífero terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter, y que dejó cerca de 50 personas fallecidas, ahora tiene que atravesar por la pérdida de cinco integrantes de la fuerza costera del país, luego de que su aeronave impactara con un avión comercial de la aerolínea Japón Airlines en momentos en que su aeronave se preparaba para despegar.
“Recibimos informes de que cinco miembros del personal de la Guardia Costera que estaban respondiendo al terremoto perdieron la vida. Quisiera expresar mi respeto y gratitud a los empleados que desempeñaron su trabajo con un fuerte sentido de misión y responsabilidad, y rezo para que sus almas descansen en paz”, dijo Fumio Kishida, primer ministro de Japón, de acuerdo con El Tiempo.
El lamentable hecho ocurrió este dos de enero de 2024, dentro de las pistas de aterrizaje y despegue del Aeropuerto Internacional de Tokio, Haneda, cuando el vuelo de JAL 5016, un Airbus A50-900 de Japan Airlines proveniente del aeropuerto de Shin-Chitose, cerca de Sapporo, al norte de Japón, y con 367 pasajeros, incluidos ocho menores de edad, y 12 tripulantes, choco contra el Bombardier DHC8-300, que prestaba labores de ayuda y rescate dentro de la catástrofe del terremoto.
“No está claro si hubo colisión o no. Pero lo que es seguro es que nuestro avión estuvo implicado”, declaró a la AFP un responsable de los guardacostas del aeropuerto de Tokio Haneda.
Según el diario colombiano El Tiempo, en imágenes tomadas a las 5:47 p.m. (hora local), difundidas por la cadena de televisión pública NHK, se podía ver al avión de Japón Airlines rodando por la pista antes de que una gran explosión dejara una estela de llamas tras la aeronave, que se detuvo un poco más adelante.
El reporte oficial del ministerio de Transporte sobre el accidente, es de todos los pasajeros y la tripulación del avión de Japan Airlines totalmente ilesos y evacuados de la aeronave antes de que esta se consumiera en llamas; mientras que del avión oficial cinco guardacostas fallecieron, y el único sobreviviente fue el piloto capitán Genki Miyamoto de 39 años.
El establecimiento indico que las victimas corresponden a las identidades del vicecapitán Nobuyuki Tahara de 41 años, el operador de radio Takanori Ishida de 27, el operador de radar de búsqueda Wataru Tateto de 39, el mecánico Masato Uno de 47 y el trabajador de mantenimiento Shigesuke Kato de 56.
De acuerdo con El Mundo, que ni la Guardia Costera nipona ni la Agencia Meteorológica apuntaron al motivo del accidente, ya que no se habían producido condiciones meteorológicas adversas ni fuertes vientos, según señalaron.
Imágenes impactantes
Un video publicado en la red social X muestra a personas deslizándose por un tobogán de emergencia del avión de pasajeros, mientras las llamas consumían la parte trasera de la aeronave. Pese a la intervención de los bomberos que rociaron el fuselaje, las llamas se propagaron por todo el aparato tras la evacuación de los pasajeros.
Justo antes se puede apreciar una explosión producida por el choque con el aparato de la Guardia Costera, un MA722 que se dirigía a la base del aeropuerto de Nigata. Su misión era entregar ayuda humanitaria para los afectados por el terremoto de magnitud 7,6 que azotó a Japón el primer día del año.
El sueco Anton Deibe, de 17 años, le dijo al periódico sueco Aftonbladet citado por InfoBae, que “toda la cabina se llenó de humo en unos minutos. Nos arrojamos al piso. Luego las puertas de emergencia fueron abiertas y nos abalanzamos hacia ellas”.
“El humo en la cabina picaba endiabladamente. Era un infierno. No teníamos idea de a dónde íbamos, así que sólo salimos corriendo por la pista. Era un caos”, agregó Deibe, que viajaba con sus padres y su hermana.
“El humo empezó a llenar el avión y pensé: ‘esto podría acabar mal’”, dijo otro pasajero a los periodistas en el aeropuerto. “Escuchamos un anuncio de que las puertas de atrás y del medio no se podían abrir. Así que todo el mundo desembarcó por la parte delantera”, añadió.
Una pasajera contó que a medida que el fuego se propagaba resultaba cada más difícil ver dentro del aparato. “Hacía mucho calor dentro del avión y, para ser sincera, pensé que no sobreviviría”, declaró a NHK.
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