Frente a cientos de publicaciones en redes sociales, donde afirmaban que tras recibir la dosis de las vacunas contra el virus del coronavirus de Pfizer o Moderna, presentaban un aumento en sus senos, expertos aseguraron que este mito que se hizo viral no es cierto.
Para los científicos, las antivirales para contrarrestar el COVID-19 de estas farmacéuticas, con tecnología de ARN Mensajero, no hacen crecer el busto de las mujeres, y solo se trata de una inflamación transitoria de los ganglios linfáticos de la axila, condición que desaparece con el pasar de los días.
“Cuando una persona se vacuna contra cualquier cosa, como influenza, BCG, virus del papiloma humano, por mencionar algunos ejemplos de vacunas en la edad adulta, puede tener una inflamación en sus ganglios linfáticos”, explicó Claudia Mar, radióloga experta en mama y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es falso: las vacunas anticovid de ARN Mensajero no hacen crecer los senos
De acuerdo a Perfil, según el estudio de la Sociedad de Imágenes de Seno de Estados Unidos (SBI por sus siglas en inglés), el 11.6% de los pacientes que recibieron la vacuna de Moderna presentaron ganglios inflamados después de la primera dosis y 16% después de la segunda dosis, mientras que en el caso de la inyectable de Pfizer sucedió con el 0.3% de los pacientes. Estas cifras refieren a las pacientes que notaron los cambios y acudieron al médico, por lo que se estima que la tasa real sea más alta si se realizaran estudios a las mujeres tras haberse aplicado la vacuna.
Lo cierto es que las vacunas contra el coronavirus pueden provocar un aumento en el tamaño de los ganglios linfáticos, lo que puede generar la sensación de un aumento del tamaño de los senos.
“La inflamación está asociada a que el sistema inmune que está trabajando, formando anticuerpos, replicando células, para que tengan receptores para esa proteína de espiga del virus”, comenta el médico Jaime Briseño, jefe del Departamento de Clínicas de la Universidad de Guadalajara.
Además, los expertos aseguran que las vacunas no tienen ningún efecto a nivel de glándula mamaria ni tienen hormonas entre sus componentes como para “aumentar” el tamaño de los senos. Asimismo, señalan que la hinchazón se puede dar en los ganglios linfáticos de la axila, de la caja torácica y del área de la clavícula, sobre todo del lado del cuerpo donde fue aplicada la vacuna.
Un mito que se viralizó
Según relata el Financiero, la concepción de que estas vacunas hacían crecer el busto de las féminas, se inició con la publicación en TikTok de una joven de 17 años quien dijo que tras recibir la dosis de esta farmacéutica notó un cambio en su cuerpo.
“Subí una talla entera de sujetador, fue un poco una crisis de alguna manera”, señaló. De acuerdo al diario El Heraldo, en el audiovisual, puede verse a una joven mostrar el antes y el después de la aplicación de la vacuna desarrollada por Pfizer, en los que, a través de varios cambios de vestuario, dice evidenciar el aumento en el tamaño de su busto.
@vincenzena I am free marketing for the vaccine I stg. #fypシ #xyzbca #vaccine #pfizer #MACscaraface #covidvaccine #pfizervaccine #moderna
“Soy marketing gratuito para la vacuna”, dice como leyenda el vídeo de la usuaria, quien en las imágenes explica que los resultados “tomaron 2 semanas después de recibir la segunda dosis”.
“Si Pfizer creó el Viagra por accidente, no me sorprendería que por accidente sus vacunas aumenten los senos (sic)”, asegura otro mensaje en Twitter, además, con otra de las consignas más comunes en estas publicaciones sobre el tema.
A este sentir, se unieron otras mujeres que hicieron públicos sus testimonios a través de plataformas como Facebook, Twitter, WhatsApp y especialmente en Tiktok.
No es aumento de mama, es linfadenopatía
El término linfadenopatía o adenopatía se refiere a una enfermedad de los ganglios linfáticos y muchas veces se usa como sinónimo de una inflamación o aumento de tamaño de estos. Los ganglios son parte del sistema linfático, que tiene como una de sus funciones principales proteger al cuerpo de infecciones. Estos ganglios actúan como filtros atrapando virus y bacterias antes de que afecten a otras partes del cuerpo.
Las linfadenopatías se han registrado tras la vacuna de Pfizer, pero también Moderna, igualmente basada en la tecnología de ARN mensajero. “Lo que ocurre es que el ARN que se inyecta en el antebrazo y produce información genética va también al ganglio normalmente más cercano y provoca esa reacción inflamatoria”, explica José Ramón Ramos Rincón, médico internista y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
El internista cree que es probable que este tipo de reacciones sean más frecuentes en jóvenes, ya que su sistema inmunitario es más potente o reactivo: “Ocurre también cuando la adenopatía se produce como reacción a una infección, pasa más entre jóvenes”.
Coincide José Barberán, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario HM Monte príncipes en que “sólo se ha observado una mayor frecuencia en la población de menos de 64 años, pero no con respecto al sexo, y parece estar relacionado con la mayor capacidad de respuesta inmunológica que tiene la población joven”.
Sin embargo, Ramos Rincón afirma que no hay razón para preocuparse si uno percibe que se le inflama un ganglio tras la vacuna. “No hay razón para alarmarse, en general es un fenómeno leve y transitorio que desaparece solo. Pero sí recomiendo consultar al especialista para que pueda aliviar los síntomas y para que quede registrada la reacción”.
Funcionamiento del ARN mensajero
Según El Heraldo, la tecnología de las inyectables que usan el ARN Mensajero, consiste en inocular parte del código genético del virus para que las células del cuerpo aprendan a producir una de sus proteínas, la Spike o Espiga, y así desencadenar una respuesta inmune.
“Es claro que estas vacunas no inyectan el virus como tal, sino que le da al sistema inmune “instrucciones” para que cree anticuerpos contra el Covid-19. El funcionamiento es que, a partir del suministro de la dosis inmunizante, el sistema inmune reconozca que la proteína aplicada es un cuerpo extraño, y que por tanto debe dar una respuesta, generando anticuerpos que combatan el virus.
Luego de la lectura de este material genético, y de que el cuerpo haya creado una barrera de protección, las células se deshacen de el, sin causar ningún daño o modificación en el ADN de los seres humanos”.
Recomendación de los CDC
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., esta condición “podría ocurrir en alrededor del 11,6 % de las personas después de la administración de la primera dosis de la vacuna de Moderna y el 16 % después de la segunda”.
“Si bien puede no resultar indeseable en muchas personas, sí podría generar una preocupación innecesaria en las mujeres, quienes tras las reacciones de hinchamiento inusuales por la aplicación del biológico podrían generar sospechas de la aparición de patologías como el cáncer de seno”, añade el mensaje de vacunamiga.
En esa línea, esta iniciativa contra la infodemia del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la universidad pública colombiana recomendó tener en cuenta esta posible reacción en mujeres que planean realizarse una mamografía. (También le puede interesar: Vacunas contra la COVID-19 y su lucha contra las “fake news”)
“Podría haber cierta incidencia del hinchamiento en la lectura del examen, por lo que algunos expertos han recomendado que este se programe, dentro de lo posible, antes de la vacunación”, concluyó el Centro, citando otras consideraciones de los CDC.
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