La polémica por la violencia policial racista sigue coleando en Estados Unidos. Desde la muerte de George Floyd, asfixiado durante más de 8 minutos por un policía, la sociedad norteamericana ha dicho basta.
Sin embargo, siguen llegando las víctimas de la violencia policial, con el agravante de que hay motivos raciales de por medio. En este caso, los hechos de los que hablaremos se remontan al 23 de marzo, pero los vídeos han salido a la luz ahora.
Como explica El País, el hermano de la víctima llamó a la policía de Rochester (New York) porque Daniel Prude estaba teniendo un comportamiento muy extraño. Tenía problemas mentales y la medicación no había hecho el efecto deseado. El hombre andaba desnudo por la calle, intentando abrir coches y diciendo que tenía coronavirus.
Fue entonces cuando la policía llegó y los abusos empezaron. Se ve claramente que Daniel Prude no estaba armado cuando le obligan a tirarse al suelo, a lo que obedece sin titubeos. Fue entonces cuando los oficiales decidieron encapucharlo, una táctica que se usa para evitar mordiscos o escupitajos, pero lo hicieron por demasiado tiempo.
Cuando le quitaron la capucha y lo intentaron reanimar ya era demasiado tarde. Cuando llegó la ambulancia los sanitarios también lo intentaron, pero finalmente Prude murió en el hospital tras siete días conectado a un soporte vital.
Como explica El País, el hombre murió por “complicaciones de asfixia en el marco de una dominación física”.
“Llamé para que ayudaran a mi hermano, no para que lo lincharan”, explicó Joe Prude, el hermano de la víctima.
Tras la publicación del vídeo, siete agente han sido suspendidos por su nefasta actuación que provocó una muerte.
Aquí tienen el vídeo de la retención y posterior asfixia. Son imágenes fuertes, así que si consideran que no están preparados para verlas, es mejor que no lo visualicen:
La transcripción del arresto
Los abogados de la familia han usado los vídeos como prueba. La transcripición es clara:
“Ponte en el suelo. Pone las mano detrás de tu espalda, detrás de tu espalda. No te muevas. Cuidado, no te muevas”, dice un hombre en el vídeo. Un oficial dice: “Un hombre bajo custodia.”
Prude se tumbó hacia arriba con su manos detrás de la espalda. “Sí señor”, dice en un primer momento, pero después empieza a agitarse.
“Jesús, te voy a demandar. Déjame marchar. Aléjate de mí de una pu** vez. Dame tu pistola. La necesito”, son algunos de los comentarios que hace a los oficiales. También hace referencia gráfica a sus genitales.
Prude está rodeado de muchos policías. Después se sienta y un oficial le pone la capucha de malla en su cara.”
“Por Dios, te lo prego”, dice mientras está sufriendo asfixia, y usando otra vez lenguaje que incluye a sus genitales. “Sácame esta de mi pu** cara.”
“Estáis intentando matarme”, dice Prude en otro momento.
Después de más discusiones llega la ambulancia, pero ya se encuentra en muy mal estado. Un policía le dice “¿estás bien? Oh, está vomitando agua. Toda esa agua está saliendo de su boca.”
Se ha puesto en marcha una iniciativa GoFundMe para ayudar a la familia, que ya lleva recaudados 53.000 dólares.